La
Comisión Europea ha optimizado su sistema de alerta rápida de muestras de
sangre donada (RAB, por sus siglas en inglés) al reducir a seis (cuatro informativas y dos referentes a un fallo) las registradas en 2016, bastantes menos que los dos años anteriores,
según reza en su propia web. Con todo, ese año dos Estados miembros, Bélgica e Irlanda, emitieron sendas alertas debidas a un defecto en el
kit diagnóstico de la
sífilis, enfermedad infecciosa que inhabilita la sangre para donar, que el Consejo Europeo ha corregido.
Las autoridades de ambos países dieron fe de que algunas muestras de sangre para donar
dieron positivo en la prueba de la sífilis y, sin embargo, se codificaron como negativas por esos
kits, con el consiguiente riesgo para los
pacientes receptores. El fallo de identificó en un
lote defectuoso del producto utilizado para
cribar la sangre de donantes en el país belga. De acuerdo con
el informe del RAB, que publica la Comisión, los
kits con ese problema se manufacturaron en Irlanda y, después, se distribuyeron por toda la UE. Según se indica, el problema fue detectado gracias a un protocolo de control del Consejo Europeo.
Una vez conocido el error, la Comisión fijó un periodo para paralizar las muestras procedentes de donantes de los países afectados. Después, redactó una serie de medidas correctivas para garantizar la retirada del mercado del
kit defectuoso.
Por otra parte, otros cuatro
países comunitarios, Grecia, Francia, Hungría e Italia, también emitieron alertas usando el sistema RAB en 2016 (cinco en total). En este caso, dieron a conocer los
datos oficiales de las epidemias registradas en la población, en concreto las atribuidas a los
virus del zika y del Nilo y al agente causal de la
malaria.
Un sistema de alertas optimizado
De acuerdo con el informe, la CE ha optimizado el número de alertas que notifican los Estados miembros gracias a un cambio en el RAB, en el segundo semestre de 2016, que agrupa los
nuevos casos de una enfermedad cuando se deben al mismo
brote epidémico.
Las
alertas que emite el RAB se dividen en cuatro tipos. En primer lugar, los fallos en la calidad y en la seguridad de las muestras de sangre que comprometen la salud de los receptores en los Estados miembros. En segundo, notificaciones informativas sobre medicamentos en mal estado que, de forma indirecta, repercuten en la composición de las muestras de sangre de donantes.
En tercer término se contemplan las alertas epidemiológicas y, por último, existe la posibilidad de que solamente dos países se comuniquen entre sí al haber detectado una alerta que les atañe de forma específica.
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