En el 2002 fallecieron en España 4.217 personas a causa de tumores linfáticos. Esta cifra aumentó un 15 por ciento en 2015, hasta las 4.863, 13 personas cada día, según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE). Las previsiones que maneja el Grupo Oncológico para el Tratamiento y Estudio de los Linfomas (Gotel), procedentes de Globocan, incrementan la mortalidad en Linfoma de Hodgkin y Linfoma No Hodgkin casi un 30 por ciento para el año 2030.
“Cada año se diagnostican en España más de 7.500 casos de linfoma y las previsiones para 2030 es que superemos los 9.000. Se trata de una enfermedad con altas tasas de supervivencia, pero debemos seguir investigando para frenar su mortalidad que irá aumentando con los años”, ha afirmado Mariano Provencio, jefe del Servicio de Oncología Médica del Hospital Puerta de Hierro de Madrid. Porque la mayor esperanza de vida y el envejecimiento harán que los casos de linfoma No Hodgkin aumenten un 34 por ciento en mayores de 65 años en los próximos 15 años. Y, en paralelo, su mortalidad. Por su parte, tanto en incidencia como en mortalidad, los linfomas de Hodgkin crecerán a un ritmo menor.
Los linfomas son el sexto tumor en frecuencia en mujeres y el séptimo en hombres en nuestro país. Los dos tipos más comunes de linfoma son los Hodgkin y los No Hodgkin. Los primeros afectan principalmente a jóvenes de 15 a 35 años y tienen una tasa de curación más alta, con más de 80 por ciento de supervivencia a 5 años. Los No Hodgkin (donde se incluyen más de 20 tipos de cáncer) son, dependiendo del subtipo, agresivos o indolentes, y afectan principalmente a población mayor, en muchos casos que padecen enfermedades del sistema inmune, infecciones o que han sido tratados con quimioterapia o radioterapia.
Más especialistas para su tratamiento
Estas previsiones llevan a que los expertos de Gotel vuelvan a demandar mayor atención por este tipo de tumor. De hecho, sólo un 6 por ciento de los pacientes con linfoma son atendidos por un oncólogo especializado en las primeras fases del diagnóstico, según datos de Lymphoma Coalition, y otro 7 por ciento es visto por un oncólogo no especializado.
“Necesitamos contar con una formación específica y apostar por el reciclaje de conocimientos. También más oncólogos que se interesen, investiguen y se dediquen a tratar esta patología, así como la creación de unidades específicas dentro de los hospitales que permitan un trabajo multidisciplinar y un mejor abordaje en el diagnóstico y el tratamiento”, ha indicado el presidente de Gotel. Porque, tal y como señala Provencio, “el estudio del linfoma es muy complejo, lo que no anima a los especialistas a dedicarse a ello”.
Durante el 2018, Gotel se ha propuesto realizar acciones para acercarse a los futuros médicos y trasladarles su preocupación por el aumento de la incidencia y la mortalidad de esta enfermedad y animarlos a dedicarse a su investigación y asistencia. “Hay grupos cooperativos asentados con participación en ensayos clínicos internacionales y nacionales de relevancia, tanto en Hodgkin y No Hodgkin. En Gotel hemos incorporado a jóvenes oncólogos y esperamos seguir sumando muchos más a este necesario proyecto”, ha apuntado.
Además, según datos de la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer (Eucan), de los 27 países de la Unión Europea, España se sitúa en sexta posición en cuanto a incidencia de linfomas, por detrás de países como Rusia, Alemania, Italia, Francia y Reino Unido. “Estamos en la franja media/alta en la UE en cuanto a incidencia y en un puesto similar si comparamos las cifras de mortalidad, con 20 países por detrás nuestro. Debemos ser más constantes en la lucha”, ha explicado el Dr. Provencio.
Concienciación e información de síntomas
Begoña Barragán, presidenta de la Asociación Española de Afectados por Linfoma (Aeal), y presidenta del Grupo Español de Pacientes con Cáncer, explica que “si algo caracteriza a los linfomas es desconocimiento. La sociedad sigue sin saber qué son, en qué consisten y a qué afectan. En tumores sólidos esto es diferente, ya que afecta a un órgano en concreto. Pero y ¿en linfomas? Si ya de por sí un diagnóstico como el cáncer cuesta asimilarlo, más aún todavía cuando la enfermedad que tienes no sabías que existía hasta ese momento. Como paciente me di cuenta de que esta enfermedad requería de más información y conocimiento por parte de todos. Solo así se facilita el diagnóstico”.
“Todo el mundo conoce el cáncer de colon, de pulmón o el de mama, pero casi nadie tiene una idea clara de qué son los linfomas. Parte de nuestro deber es mejorar el conocimiento social de estas enfermedades, explicar los signos de alerta y cómo actuar cuando se detecta un ganglio inflamado al que acompañan otros síntomas para poder así intentar reducir al máximo el tiempo hasta el diagnóstico”, ha apuntado el presidente del Grupo. Por ello, en Gotel han creado un video animado, con un lenguaje sencillo y muy visual, que explica, a través de la historia de un hombre adulto, los síntomas del linfoma y los pasos a seguir para su detección.
“La recomendación que podemos hacer es que cuando una persona se note un bulto en alguna parte del cuerpo, en especial en cuello, axilas, ingles… consulte inmediatamente con su médico. Y recordar que en los linfomas estos “bultos” casi nunca son dolorosos”, ha aclarado.
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