La Sociedad Internacional de Trombosis y Hemostasia (ISTH) ha puesto en marcha el primer estudio internacional prospectivo-observacional, denominado ‘Witeam 2018-2020’, para determinar la relación causa-efecto entre trombofilia genética y problemas reproductivos: infertilidad, abortos de repetición, muerte fetal o preeclampsia.
El proyecto de investigación, que finalizará en 2020, se ha lanzado a partir de los resultados obtenidos en el estudio ‘Trombosis en el ámbito de la mujer’, liderado por un equipo de investigación español y la Sociedad Española de Trombosis y Hemostasia, y que mostró que el 10 por ciento de las mujeres gestantes tiene alguna complicación tromboembólica durante el embarazo o el puerperio.
Dicho trabajo puso de manifiesto que la fecundación in vitro o los tratamientos hormonales incrementan hasta 10 veces más el riesgo de trombosis que un embarazo natural, y que uno de cada cuatro pacientes con problemas de fertilidad o complicaciones graves durante el embarazo es portadora de una trombofilia genética provocada por la disfunción del factor V Leiden, la mutación del gen de la protrombina, la mutación del factor XII, el grupo sanguíneo ABO o los niveles de factor VIII.
“Tomando como punto de partida estos datos, el estudio ‘Witeam 2018-2020’ se centrará en hacer el seguimiento a un grupo de 3.000 mujeres de diferentes países que son portadoras de una trombofilia genética con un doble objetivo: establecer un protocolo terapéutico para evitar la trombosis durante el embarazo y prevenir la infertilidad o los problemas de insuficiencia placentaria que impiden el embarazo o que éste llegue a término”, ha explicado la investigadora principal, jefa de la Unidad de Hemostasia y Trombosis del Hospital Universitario Vall d’Hebron y codirectora del Instituto Blood Cell Barcelona, Amparo Santamaría.
Puede afectar a cualquier mujer
Y es que el riesgo y tratamiento de la trombofilia en la mujer es diferente al del hombre porque en el caso de ellas se trata de una enfermedad que puede afectar a cualquier mujer durante su etapa fértil.
Santamaría ha avisado de que la trombofilia asociada a la reproducción merece una atención específica porque es un problema de salud internacional que debe abordarse de manera específica ya que los motivos que la desencadenan están relacionados con el ciclo vital hormonal como, por ejemplo, la menarquia, toma de anticonceptivos, tratamientos hormonales, embarazos previos o fecundaciones in vitro.
Otros factores de riesgo protrombóticos y que incrementan el riesgo y deberían ser evaluados en cada caso son, sobre todo, la herencia familiar, es decir, tener familiares con antecedentes de trombosis y, también, otros factores de riesgo como la obesidad, diabetes, ser mayor de 35 años y haber sufrido un episodio trombótico previo.
“El estudio es una oportunidad para que hematólogos, obstetras, ginecólogos y especialistas en reproducción asistida aúnen esfuerzos tanto en el diagnóstico como en el tratamiento preventivo para establecer guías y consensos. Se trata de conseguir embarazos a término sin complicaciones para la madre o el feto, considerando que la trombofilia es la principal causa de muerte obstétrica en todo el mundo desarrollado, especialmente a consecuencia de una embolia pulmonar”, ha zanjado Santamaría.
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