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Hematología respalda las CAR-T sumando un patrón UE de control de linfomas

La FDA investigará si estos tratamientos provocan cáncer; en España no se ha reportado un solo caso

Los hematólogos Álvaro Urbano y Mariana Bastos.

11 ene 2024. 17.00H
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La aparición de 20 casos de cáncer supuestamente causados por las terapias avanzadas CAR-T, y que están siendo investigados por la Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos (FDA), ha puesto en guardia a la Hematología europea y española. Desde la Sociedad Española de Hematología y Hemoterapia (SEHH), se defiende la visión de que, ante la falta de conclusiones sólidas, se debe estar atento, pero que de ningún modo se debe dejar de infundir esta terapia que ha revolucionado el tratamiento en cáncer hematológico e incluso empieza a lograr avances entre los tumores sólidos. Uno de los principales argumentos esgrimidos por la sociedad es que de los más de 34.000 terapias CAR-T infundidas a nivel mundial, solamente 20 casos han podido llegar a generar un linfoma de tipo T. La institución, por otra parte, sí que defiende realizar controles más rigurosos en el análisis de todos los pacientes que recaen tras la terapia.

Actualmente los únicos CAR-T que cuentan con aprobación de las agencias regulatorias son los autólogos. Este tipo de terapia, en palabras de Mariana Bastos, hematóloga del Hospital Gregorio Marañón y miembro de la junta directiva de la SEHH, “usa linfocitos del propio paciente, añadiendo una información genética de un ADN de un virus a la célula. El riesgo potencial de que se genere un tumor existe, y debido a este motivo la CAR-T está sometida a muchos controles”.

En esta misma línea se pronuncia en Redacción Médica Álvaro Urbano, director del Instituto Clínic de Hemato-Oncología, defendiendo que “el material genético puede llegar a activar un gen de proliferación, interfiriendo con el funcionamiento normal de la célula. El riesgo teórico existe y ya se contemplaba esta posibilidad, pero la realidad es que era extremadamente infrecuente”.

Urbano: "El material genético puede llegar a activar un gen de proliferación, interfiriendo con el funcionamiento normal de la célula"


La FDA ha empezado a analizar más de 7.000 casos tratados con CAR-T, y Urbano defiende que “aún no se sabe si el linfoma T que aparece es debido a la terapia o por otro motivo. Se trata de pacientes que han recibido quimioterapia y radioterapia, abordajes que también pueden generar efectos secundarios”. Con la espera de que aparezca más información al respecto de esta investigación, el hematólogo determina que “no se puede parar el programa CAR-T, debido a que prácticamente se está curando al 50 por ciento de pacientes con leucemia linfoide aguda, además de una tercera parte de los que padecen linfoma”.

El seguimiento del paciente CAR-T no está estandarizado


Un aspecto determinante para Bastos es que se debe diferenciar los ensayos clínicos con CAR-T de la vida real, remarcando que “en algunos países europeos el control por ver si aparecen linfomas T no es tan estricto en el seguimiento del paciente con CAR-T. Se trata de un asunto que no está estandarizado a nivel europeo. Se desconoce si existen infrareportes”. Pese a esta situación, la especialista recuerda que a nivel español “se hacen controles en todos los centros infusores de CAR-T”.

Tanto Urbano como Bastos son conscientes de que en sus respectivos hospitales se han llegado a tratar decenas de pacientes con CAR-T, y en ninguno de los casos se ha reportado un linfoma T debido a la infusión de la terapia. “En el Gregorio Marañón hay más de 150 pacientes y no existe ningún caso”, expone la especialista, mientras que el hematólogo del Clínic sentencia que “de los 350 pacientes analizados, no se ha visto casos de linfoma T”.

Análisis de recaídas CAR-T con más precisión y finura


Pese a ello, esta alerta generada desde la FDA obliga, según Urbano, a que la Hematología realice “análisis de todas las recaídas por CAR-T con mucha mayor finura que hasta ahora para ver si realmente se trata de una recaída del linfoma o el paciente ha desarrollado un linfoma T”. Una visión similar es la que defiende Bastos, argumentando que, tras esta noticia emitida por la FDA, “todos los centros estarán más atentos para evitar que se escape cualquier tipo de información”.

Bastos: "El seguimiento del paciente con CAR-T no está estandarizado a nivel europeo"


La conclusión a la que llega Urbano es que, en la medicina, “todo acto médico tiene un riesgo, y aún más el tratamiento del cancer que actúa contra el DNA del paciente, en muchos casos a través de quimioterapia o radioterapia. El riesgo encontrado se tiene que tener en cuenta para que los especialistas estén vigilantes y evitar prevenir estas situaciones”. Pese a ello, ambos expertos certifican que aún de desconoce si el CAR-T es el causante de estos casos, por lo que afirman que la terapia debe seguir utilizándose como hasta ahora.
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