Entre un 20 y 40 por ciento de los pacientes con hemofilia A desarrollan inhibidores del factor VIII de coagulación, unos anticuerpos que son capaces de neutralizar el factor administrado, condicionando así que el tratamiento sea ineficaz. Así lo ha asegurado el jefe del Servicio de Hematología del Hospital Universitario La Paz (Madrid), Víctor Jiménez Yuste, durante las VI Jornadas Hemofilia e Inhibidor que ha celebrado este miércoles la Asociación de Hemofilia de Madrid (Ashemadrid) en el citado hospital madrileño.
El inhibidor puede aparecer durante las primeras administraciones de tratamiento, generalmente antes de las primeras 50 exposiciones, ha explicado este experto, que asegura que este problema también aparece en la hemofilia B. En este caso, en cambio, afecta a entre un 1 y 3 por ciento de los pacientes.
En las jornadas se han abordado también las estrategias en el tratamiento del paciente con hemofilia e inhibidor y los factores implicados en el desarrollo de inhibidor. Además, se ha conocido la experiencia de una familia en la que el niño con hemofilia tiene inhibidor, contado en primera persona.
En pacientes con inhibidores que persisten, si las hemorragias en músculos y articulaciones no llegaran a controlarse, existe el riesgo de daños articulares permanentes. “El abordaje integral de esta patología supone un reto para todos los profesionales que tratamos esta complicación”, ha explicado Jiménez.
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