La
terapia CAR-T ha conseguido hasta la fecha grandes beneficios ligados al
cáncer hematológico y oncológico, aunque recientemente también está logrando importantes victorias frente a las
enfermedades autoinmunes. Con tan solo 30 años
Corina Amor, una inmunóloga española que cuenta con su propio
grupo de investigación en Nueva York, aspira a eliminar las
células senescentes de los pacientes con CAR-T para curar
enfermedades autoinmunes crónicas, mejorar su calidad de vida y permitir que vivan mucho más tiempo. En tres años Amor espera iniciar un
ensayo clínico para abordar la
fibrosis pulmonar o renal con esta terapia avanzada, permitiendo
desligar al paciente crónico de los
hospitales.
Amor describe en
Redacción Médica qué son las células senescentes, principal
objetivo de las CAR-T que ya ha empezado a usar en ratones: “Cuando se genera
daño en el ADN de las células estas pueden
morirse o entrar en un
programa de senescencia, provocando que no ejerzan su función y empiecen a
secretar moléculas proinflamatorias”. La inmunóloga recuerda que el sistema inmune "no es eficaz frente a este tipo de células, que van provocando daño al tejido".
Estas células, tal y como explica la especialista, están ligadas al
envejecimiento y a una gran cantidad de
enfermedades autoinmunes crónicas, como por ejemplo “la fibrosis pulmonar o en el hígado, la aparición de problemas metabólicos, diabetes, etc.” El objetivo de
Amor Lab, el laboratorio dirigido por la inmunóloga española, es el desarrollo de CAR-T “
fuera del ámbito del cáncer y programarlo para este tipo de enfermedades crónicas”.
"Las células senescentes no ejercen su función y empiezan a secretar moléculas proinflamatorias"
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Diferentes hospitales españoles como el
Vall d’Hebron ya está usando las
CAR-T contra enfermedades autoinmunes, y Amor vaticina que “dentro de 10 años este tipo de terapia celular se va a aplicar a una gran cantidad de enfermedades más allá de la
Hematología o la
Oncología”.
CAR-T con menos toxicidades en enfermedades autoinmunes
A diferencia de las
toxicidades que llegan a generar las terapias CAR-T en el cáncer, la inmunóloga explica que la realidad es distinta en este tipo de enfermedades: “En
cáncer se tienen que eliminar
todas las células del tumor, si quedan una o dos vuelven a proliferar y aparece la enfermedad de nuevo. Eso provoca que las
dosis de CAR-T sean altas para eliminar todas las células”. En cambio, frente a las enfermedades autoinmunes crónicas, “no es necesario eliminar el 100 por cien de las
células senescentes para tener un beneficio.
Si se elimina el 50 por ciento es suficiente para tener una buena respuesta, además de
generar menos toxicidades”.
"El paciente crónico ha de recibir tratamiento constante y con las CAR-T dejaría de estar tan ligado al hospital"
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En ratones, Amor demuestra que la
modificación de los linfocitos T frente a estas enfermedades permite “que tengan una
mayor calidad de vida y vivan más, logrando una resolución significativa en fibrosis”. Otra de las ventajas del uso de estas terapias es, según la inmunóloga, que “
persisten en el tiempo. Una dosis inicial perdura durante muchos años, por lo que en el contexto de enfermedades crónicas resulta ideal. El paciente ha de recibir tratamiento constante y de esta manera dejaría de estar tan ligado al hospital”.
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