Investigadores del Hospital de Ottawa y la Universidad de Ottawa (Canadá) han desarrollado una nueva
combinación de medicamentos que, probada en ratones, ha logrado tratar de forma efectiva la
leucemia mieloide aguda resistente a la
quimioterapia.
El tratamiento experimental, que ha sido publicado en la revista
Cancer Discovery,
eliminó todos los signos de enfermedad en el 100 por ciento de los animales, mientras que los que recibieron el
tratamiento estándar murieron.
“Nos quedamos impresionados cuando vimos los resultados. Si estos hallazgos se sostienen en ensayos clínicos, podríamos tener un
nuevo tratamiento para las personas que casi seguramente morirían de su enfermedad hoy”, ha explicado
William Stanford, autor principal del estudio.
Un tercio de pacientes no responde a quimioterapia
La leucemia mieloide aguda es el tipo más común de leucemia en adultos y provoca la muerte de más de 10.000 personas cada año en Canadá y Estados Unidos.
La quimioterapia ha sido el tratamiento de primera línea durante más de 40 años, si bien alrededor de un tercio de las personas no responde inicialmente y otro 40 o 50 por ciento sufre una recaída después de una respuesta inicial.
Los ratones tratados con inhibidores de MDM2 más quimioterapia sobrevivieron hasta que el experimento terminó
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El nuevo trabajo se centra en una
proteína llamada MTF2, que coloca etiquetas químicas cerca de ciertos genes para ayudar a controlar su expresión. Previamente, Stanford descubrió que MTF2 desempeña un papel en el desarrollo de la sangre y, posteriormente, se asoció con el hematólogo en el Hospital de Ottawa
Mitchell Sabloff para ver si también desempeña un papel en el cáncer de la sangre.
Así, usando muestras de leucemia mieloide aguda de pacientes traídos del hospital, los investigadores observaron que las personas con actividad normal de MTF2 tenían
tres veces más probabilidades de estar vivas a los cinco años después de haber recibido un tratamiento de quimioterapia inicial, en comparación con aquellas personas con baja actividad de MTF2.
Del biomarcador a la terapia
“Inicialmente, pensamos que el MTF2 podría ser un biomarcador importante para identificar a los pacientes que podrían beneficiarse de las terapias experimentales. Pero luego empezamos a pensar que
si pudiéramos entender qué estaba haciendo MTF2, tal vez podríamos usar esta información para desarrollar un nuevo tratamiento”, explica Stanford.
Los expertos descubrieron que MTF2 ayuda a colocar una
etiqueta química cerca de un gen llamado MDM2, el cual se sabe que ayuda a las células a resistir la quimioterapia. Dado que los medicamentos que bloquean o inhiben el MDM2 ya se están probando en ensayos clínicos para otros tipos de cáncer, el equipo los probó en modelos de ratón utilizando células derivadas de pacientes cuyo cáncer era resistente a la quimioterapia.
De esta forma, observaron que los ratones tratados con los inhibidores de la MDM2 más la quimioterapia sobrevivieron hasta que el experimento terminó cuatro meses después, y no hubo evidencia de cáncer, mientras que los que recibieron quimioterapia sola murieron.
Actualmente,
los investigadores están tratando de obtener inhibidores de MDM2 de grado farmacéutico para realizar ensayos en personas con leucemia mieloide aguda en el Hospital de Ottawa. También están seleccionando bibliotecas de medicamentos aprobados para ver si alguno de estos puede bloquear el MDM2, al tiempo que están trabajando con una compañía de biotecnología para desarrollar una prueba para identificar pacientes con leucemia mieloide aguda resistentes a la quimioterapia y que responderían a este tipo de medicamentos.
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