La
medicina transfusional está viviendo una época de grandes cambios provocados, en gran medida, por la
incorporación y expansión de la terapia celular, y la necesidad de estudio y formación que esto acarrea. Por ello, la Fundación para la Calidad en Transfusión, Terapia Celular y Tisular (
FCAT), de la Sociedad Española de Hematología y Hemoterapia (
SEHH) y de la Sociedad Española de Transfusión Sanguínea y Terapia Celular (
SETS), ha celebrado un curso enmarcado en su programa de formación para auditores 2022, titulado “
Nueva era de la transfusión, terapia celular y banco de cordón”, coordinado por
Carmen García, responsable del Secretariado de la Fundación CAT y directora médica de la SEHH. El curso ha sido avalado por la Organización Nacional de Trasplantes (ONT) y la Entidad Nacional de Acreditació
n (ENAC).
Una de las ponencias se ha centrado en el
Banco de Sangre de Cordón 2.0, impartida por
Sergio Querol, jefe de los Servicios de Terapia Celular y Avanzada del Banc de Sang i Teixits de Barcelona (
BST) y director del
Programa interterritorial de donación Concordia. En ella, se ha hablado de la tendencia hacia la
transformación de los bancos de cordón clásicos en centros de terapia celular y avanzada a partir del desarrollo de nuevas aplicaciones en áreas como la
inmunoterapia celular, la
medicina regenerativa y la
medicina transfusional especializada.
La terapia celular basada en células de cordón umbilical viene a solventar importantes lagunas en el tratamiento de diversas enfermedades y esta realidad se apoya en la posibilidad de disponer de bancos de cordón más eficientes y modernos. Según se ha explicado durante el curso, el Banco de Cordón 2.0 se desarrollará alrededor de dos ejes:
la mejora del trasplante de cordón con la disponibilidad de productos personalizados, y más allá del trasplante,
el uso de los productos donados como material de partida para medicamentos de terapia avanzada o de sus componentes sanguíneos para nuevas indicaciones de hemoterapia especializada.
Medicamentos de tertapia avanzada
Asimismo, se ha expuesto el
proyecto IPS·Pania, en el que se han seleccionado unidades de cordón clínica, procedentes del Plan Nacional de Sangre de Cordón Umbilical, de los siete haplotipos más frecuentes en España, con el fin de crear el primer haplobanco de
iPSC de grado clínico. Estas líneas celulares iPSC servirán de material de partida para que los investigadores que lo deseen puedan desarrollar medicamentos de terapia avanzada de aplicación en
inmunoterapia y en
medicina regenerativa.
Estos desarrollos se apoyan en la experiencia de más de tres décadas de los
bancos de cordón, con un
uso clínico consolidado que ha demostrado
seguridad y eficacia. “Los bancos de cordón están muy vigentes y se debe seguir trabajando para aportar productos medicinales más seguros y eficaces”, comenta Carmen García.
Además de los bancos de cordón, durante el curso se ha profundizado en la
hemovigilancia y la seguridad transfusional, haciendo especial hincapié en los sistemas de detección, registro y análisis de las reacciones adversas e incidentes en el proceso transfusional. También se ha expuesto la necesidad real de que todos los servicios de transfusión estén certificados, así como la falta de certificación por parte de los hospitales comarcales (por déficit de personal, tiempo o formación, compromiso de la dirección, etc.).
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