España es un país cada vez más concienciado con la donación de sangre. Así lo demuestran los últimos datos de la
Federación Española de Donantes de Sangre que hacen referencia al año 2015 y que supuso un incremento del 0,78% con respecto al año anterior. Los profesionales en este campo celebran estas cifras pero quieren hacer hincapié en las posibilidades de contagio que existen con las cada vez más presentes enfermedades infecciosas emergentes.
“Son muy necesarios los estrictos controles de la sangre donada antes de la transfusión, como el test de laboratorio, para detectar a los posibles donantes infectados”, asegura
Miguel Lozano,
jefe de Hemoterapia del Servicio de Hemoterapia y Hemostasia del Centro de Diagnóstico Biomédic (CDB) del Clínic de Barcelona.
Según explica el hematológo,
estas enfermedades se transmiten de los animales a los humanos, generalmente por la picadura de
mosquitos infectados, y debido al cambio climático son enfermedades que cada vez están más asentadas en España. “Los profesionales estamos muy concienciados de la transimión de estas enfermedades a través de la transfusión y cuando vemos que se producen auténticas epidemias nuevas
nos ponemos en alerta porque hay riesgo en todo momento”, asegura Lozano.
A las tres
amenazas activas actualmente que destaca el
Cento Europeo para la Prevención y Control de Enfermedades (ECDC) que son la
fiebre amarilla en Brasil, un nuevo tipo de
gripe aviar en China y el virus
Zika, el experto añade dos más: el
virus del Chicunguña y el
virus del Nilo Occidental, siendo este último una gran preocupación para los españoles.
Lozano comenta que el virus del Nilo Occidental ya se ha
asentado en nuestro país y, a diferencia de años anteriores cuya distribución era estacional y fundamentalmente se daba en verano y desaparecía en invierno, con
el cambio climático el virus puede sobrevivir en zonas del sur de España durante todo el año. “Concretamente se encuentra asentado en la región de Huelva y en el delta del Guadalquivir”, incide.
El experto insiste en que es muy importante llevar un
estricto control de la sangre donada antes de que esta sea transfundida, debido a que muchos donantes pueden padecer alguna de estas enfermedades sin saberlo, pues muchas de ellas
no presentan síntomas hasta ya avanzada su evolución.
El 80 % de los infectados por el virus del Nilo Occidental son asintomáticos
Según describe la Organización Mundial de la Salud (OMS)
el virus del Nilo Occidental puede causar una enfermedad mortal del sistema nervioso en los seres humanos, debido a que el 80% de los infectados son asintomáticos. “La mayoría de ellos no presentan ni fiebre, ni síntomas gripales, ni la erupción cutánea que caracteriza a esta enfermedad, lo que conlleva que pasen el filtro de la donación”, alerta Lozano.
Además del test de laboratorio que detecta la presencia del virus en la sangre donada, Lozano destaca otras
medidas para prevenir la transmisión de estas enfermededades desde la transfusión, como la i
nactivación de patógenos en diferentes componentes sanguíneos como las plaquetas y el plasma. “El 20% de las plaquetas que se prepran en España están inactivadas con este método para eliminar cualquier riesgo infeccioso”, explica.
También está la
exclusión de los potenciales donantes que hayan estado en el área geográfica afectada por esta enfermedad. “Se les excluye durante cuatro semanas, que engloba el periodo de incubación y algo más para prevenir, y así te aseguras que alguien que haya viajado a esa zona no presente la enfermedad”.
De esta manera Lozano destaca el
turismo como uno de los problemas fundamentales y recuerda que tanto antes como después de un viaje a un destino exótico o en alerta se tomen las medidas recomendadas, como la vacunación necesaria. "Hoy en día
toda precaución es poca con el perfil tan cambiante de estas enfermedades", comenta el experto y lamenta que aún
no existan las vacunas necesarias para estos virus tan potentes.
Varios casos en España
La enfermedad del virus del Nilo Occidental puede presentarse en personas de cualquier edad, si bien los mayores de 50 años y las personas con inmunodeficiencia (como los pacientes que han recibido algún trasplante) tienen el mayor riesgo al respecto.
En España este virus lleva presente como patógeno endémico desde 2010 aunque previamente ya se había identificado en el año
2004 en un joven que fue diagnosticado en Barcelona pero que adquiridó la enfermedad cerca de Badajoz, en su pueblo. El último caso registrado tuvo lugar
este agosto en Andalucía, un francés que había viajado a la zona.
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