La no
financiación de los
anticoagulantes orales de acción directa –conocidos con el acrónimo
ACOD– en aquellas indicaciones donde pueden sustituir a los antivitamina K hace pensar que “las autoridades sanitarias no reconocen el
beneficio que puede suponer para un buen número de pacientes su uso”.
Así se ha expresado
Vanessa Roldán, hematóloga del Hospital Morales Messeguer (Murcia), durante el ‘XVII Curso de Formación Continuada. Puesta al día en Tratamiento Antitrombótico’, organizado por la Sociedad Española de Trombosis y Hemostasia (
SETH).
No valen para todos los pacientes
Roldán: "A la hora de elegir el fármaco más adecuado, hay que sopesar riesgos y beneficios y función de la edad y comorbilidad del paciente"
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No obstante, Roldán ha recordado que los ACOD no son aptos para todos los pacientes. “Actualmente, los podemos utilizar financiados por los sistemas de salud en casos de
fibrilación auricular, pero no se deben administrar a enfermos con
patología reumática valvular (estenosis mitral severa) ni con
prótesis mecánicas”.
Además, a la hora de elegir el fármaco más adecuado, hay que
sopesar riesgos y beneficios en función de la edad y comorbilidad del paciente, y “emplear las dosis ajustadas a sus características”.
Todo esto lleva a la hematóloga a sostener que “la terapia con ACOD debe hacerla el profesional que sepa, pueda y quiera, pero teniendo en cuenta que los pacientes precisan un punto de referencia y que las dosis pueden variar a lo largo del tiempo según cambien las condiciones del enfermo”.
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