El
Grupo Español de Leucemia Linfática Crónica (Gellc), de la
Sociedad Española de Hematología y Hemoterapia (SEHH), inicia la 12ª edición de su reunión científica anual con el título 'De la investigación básica al tratamiento de la
Leucemia Linfocítica Crónica (LLC)'. La conferencia ha sido dirigida por una de las coordinadoras de esta reunión,
Ana Muntañola, junto con
Francesc Bosch, presidente del Gellc y especialista del Hospital Universitario
Vall d’Hebron de Barcelona, y
Blanca Espinet, del
Hospital del Mar-Parc de Salut Mar de Barcelona.
Para Ana Muntañola, “
los tratamientos actuales para la LLC son el claro ejemplo de cómo partiendo de la investigación básica se ha podido
mejorar el pronóstico de esta enfermedad”. “Disponer ahora de mejores tratamientos, con más
eficacia y mejor perfil de
toxicidad, se debe fundamentalmente a una profunda
investigación previa y la búsqueda de
fármacos con acción específica contra dianas moleculares implicadas en las vías de proliferación y apoptosis de los linfocitos de la LLC”.
Según los especialistas, en la actualidad se está investigando con esfuerzo en el campo de la LLC, pero se deberían destinar
más recursos a la investigación. En este sentido, Muntañola afirma que trabajar de forma unida, bajo el amparo de grupos cooperativos como el Gellc, permite la creación de
proyectos que puedan ser
multicéntricos, abiertos a todos los hematólogos e investigadores interesados en la LLC y en los que puedan incluirse y beneficiarse la máxima cantidad de pacientes posible.
En cuanto al acceso a la
innovación en España, la coordinadora comenta que quizás existen “
pequeñas diferencias de meses en algunas comunidades para el acceso a los fármacos que aprueba el Ministerio de Sanidad. Sí que deberíamos difundir mejor los ensayos clínicos de los que dispone cada centro para que ningún paciente tenga menos opciones terapéuticas que otro. Uno de nuestros objetivos como grupo debe ser, sin duda, servir de
red de difusión de estos tratamientos para que lleguen a todos los centros”.
Nuevos ensayos clínicos y fármacos para avanzar
En esta misma línea se ha pronunciado Francesc Bosch afirmando que en España hay
grupos relevantes en investigación en LLC, tanto a nivel básico como clínico, que colaboran en los estudios más punteros en el ámbito internacional. El GELLC desde su inicio ha liderado distintos estudios o ensayos clínicos que promueven la colaboración entre grupos.
Por su parte, Blanca Espinet se muestra partidaria de “
investigar la biología de la enfermedad a todos los niveles, esencialmente para poder predecir qué enfermos van a tener un curso indolente y cuáles van a cursar de forma más agresiva y van a necesitar tratamiento”. Por otra parte, resulta vital
identificar biomarcadores que indiquen cómo van a responder los pacientes a determinados tratamientos, y proponer ensayos clínicos novedosos con
nuevas combinaciones de fármacos para aquellos pacientes con enfermedades más agresivas que no responden a las terapias actuales.
Blanca Espinet modera la mesa ‘
Biología y Ciencia Básica’, en la que se ofrece la ponencia de
Marek Mraz, del
Hospital Universitario de Brno (República Checa). Este especialista analiza interacciones de las células del microambiente en la LLC, y de cómo el microambiente afecta al
desarrollo del tumor, así como a la respuesta a determinados tratamientos. Su presentación se centra en los mecanismos de recirculación de células de LLC a los nichos inmunitarios y la señalización posterior dentro de los nichos, seguido de algunas consecuencias para la terapia dirigida. También interviene en la Reunión
Barbara Eichhorst, del
Hospital Universitario de Colonia (Alemania), quien analiza el manejo del paciente con LLC en 2022.
Las dos estrategias de tratamiento a seguir
Por lo que respecta al tratamiento de la LLC, Ana Muntañola analiza el debate que suscita el orden de secuenciación óptimo de las terapias dirigidas en la LLC. “Existen
dos estrategias de tratamiento, ambas eficaces y con un buen perfil de seguridad”, afirma. La primera consiste en administrar un
tratamiento de duración indefinida, hasta progresión. De esta forma, el paciente está tomando medicación de forma crónica, controla bien la enfermedad, pero está más tiempo expuesto a posibles toxicidades.
La segunda estrategia lleva a cabo un
tratamiento finito o de duración fija, ya que en primera línea es de un año, y en recaída es de dos años, con la ventaja de que el
coste y las
toxicidades se
limitan a ese tiempo de
tratamiento. No obstante, datos recientes sugieren que en los pacientes de muy alto riesgo podrían ser de eficacia algo menor que las estrategias indefinidas. “A la espera de
ensayos clínicos fase 3 que comparen ambas alternativas, no hay datos que avalen cuál es la mejor estrategia ni cuál sería el orden óptimo de secuenciación”, comenta la especialista.
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