Redacción. Madrid
Varón de entre 55 y 74 años que fuma alrededor de dos cigarrillos al día (poco más de 30 cajetillas al año y unas dos al mes) apunta al perfil de candidato al cribado de tumor de pulmón, uno de los cánceres más letales en este momento por cuanto, una vez hecho el diagnóstico, apenas sobrevive el 15 por ciento de los enfermos a los cinco años de curso evolutivo.
Esta revisión consiste en una prueba de tomografía axial computerizada (TAC) helicoidal, suficiente para detectar la neoplasia. Pero todavía debe afinarse mucho más a la hora de indicar el cribado, y, en la misma senda preventiva, recomendar el abandono del tabaco como recursos para disminuir la mortalidad por este cáncer en España, según han informado fuentes de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (Separ).
“La tomografía computarizada helicoidal (TAC) de baja dosis es la primera prueba diagnóstica que permite reducir en un 20 por ciento la mortalidad por cáncer de pulmón gracias a la detección precoz”, ha explicado José Matilla, cirujano torácico y coordinador del Área de Oncología de esta sociedad científica.
“El 90 por ciento de los pacientes con cáncer de pulmón son fumadores. Las personas que sufren tabaquismo se convierten, pues, en perfiles prioritarios para el cribado de cáncer de pulmón. Conocer los avances en el cribado y sus potenciales beneficios les puede ayudar a decidir de forma individualizada si se someten o no a la realización de una TAC helicoidal con el fin de obtener un margen de actuación en el caso de presencia de tumores o nódulos en el pulmón”, ha explicado.
“Sin duda, dejar de fumar y establecer programas de cribado mediante tomografía son las estrategias clave para lograr frenar la elevada mortalidad del cáncer de pulmón. Así pues, para combatir el cáncer de pulmón es igual de importante avanzar en las técnicas de diagnóstico precoz como seguir apoyando el desarrollo de programas eficaces de control del tabaquismo en nuestro país”, ha declarado Matilla.
Asimismo, también se debe promover la investigación en este campo para identificar a los sujetos que se pueden beneficiar más de los programas de cribado y también para definir de una forma más precisa los perfiles de riesgo.
“La rápida y constante evolución de las técnicas de imagen requiere desarrollar y potenciar investigaciones que permitan seguir avanzando en la mejora de los programas de cribado de cáncer de pulmón y en la detección precoz de forma más segura y eficaz”, ha señalado Matilla.
Otro factor a considerar es la inclusión de profesionales sanitarios multidisciplinares en los programas de cribado de cáncer de pulmón que garanticen su adecuada puesta en marcha, tanto a nivel autonómico como nacional.
“Nos encontramos en un momento decisivo para la definición y el establecimiento del cribado a nivel global. Aún y así, es importante ser conscientes de que el estudio de los beneficios derivados de este tipo de programas y su coste económico, así como la delimitación de los potenciales perjuicios, se debe realizar teniendo en cuenta el contexto y las características sociales, económicas y culturales de cada país”, ha concluido.
XX Reunión de Invierno
Los avances en el diagnóstico del cáncer de pulmón y la importancia del cribado se estudian en la XX Reunión de Invierno conjunta de las Áreas Separ, en la sesión
Nuevos retos en el screening del cáncer de pulmón.