Un
hospital lleno no aumenta la probabilidad de sufrir una
infección nosocomial o intrahospitalaria, contraída por pacientes ingresados en centros de atención a la salud que no se había manifestado, no estaba en período de incubación, ni constituye la causa del ingreso, contrariamente a lo que se asumía con anterioridad.
Así lo concluyen
investigadores de la Universidad de Michigan (Estados Unidos) y RAND en un estudio, liderado por Mashid Abir y publicado en
Journal of Hospital Medicine, que se ocupa fundamentalmente de las infecciones del tracto digestivo causadas por 'Clostridium difficile'.
De hecho, los resultados del informe, que
ha utilizado los datos de 558.829 pacientes de 327 hospitales de California, arrojan que el riesgo de que el paciente adquiera una infección por 'Clostridium difficile' es tres veces más alto cuando el hospital está ocupado a la mitad de su capacidad el día de su ingreso, concretamente entre el 25 y el 75 por ciento.
El equipo investigador
estimó la capacidad de camas actual de los hospitales calculando el censo máximo diario de las mismas durante un período de cuatro meses, lo que les permitió tener en cuenta cambios en su disponibilidad cuando un hospital cierra unidades o tiene menos personal debido a la variación estacional, por ejemplo.
El número de camas nunca se había tenido en cuenta
Dividieron la ocupación hospitalaria en cuatro niveles: bajo, de 0 al 25 por ciento; dos clases de ocupación moderada, del 25 al 50 por ciento y del 51 al 75 por ciento y alta, del 76 por ciento a completamente lleno.
"La teoría de que las infecciones aumentan con la ocupación, porque el equipo del hospital ahorra pasos como lavarse las manos, parece lógico, pero
este modelo muestra que no es tan simple", ha apuntado Abir.
Los investigadores especifican que
el número de camas ocupadas nunca se había tenido en cuenta en estudios previos para calcular cuándo un paciente contraía una infección durante su período de hospitalización, y este enfoque puede usarse para rastrear más circunstancias en los pacientes en relación a la ocupación.
"Los efectos de los niveles de ocupación en los pacientes hospitalizados ha sido descuidados", ha añadido la investigadora. "
Algunos hospitales pueden implementar estrategias durante períodos de alta ocupación que pueden favorecer las infecciones nosocomiales, y necesitamos saber cuáles son", ha añadido, por lo que ha demandado una evaluación adicional de protocolos hospitalarios que pueden ser modificados cuando el hospital está en un nivel de ocupación alta o baja.
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