Seis fármacos. Ése es el umbral fijado por los últimos hallazgos para poner en alerta al médico antes de recetar más medicamentos al anciano que visita en su domicilio, un acto cada vez más frecuente tanto en España como en el resto de países donde se practica la Medicina occidental.
Así se deduce de un estudio publicado en The American Journal of the Medical Sciences en el que se comparan, además, dos varas para medir ese riesgo de prescribir las conocidas como “medicaciones potencialmente inapropiadas” (PIM, por sus siglas en inglés), en concreto las versiones de 2003 y de 2012 de los Criterios de Beers, un sistema que ordena y clasifica los fármacos que se consideran inadecuados para administrar a mayores de 65 años en determinadas circunstancias.
Según se advierte en las conclusiones, los médicos (de familia en especial o visitadores habituales de los hogares) deberán tomarse en serio esa cifra, la de seis medicamentos por paciente, para estratificar a los pacientes en función del riesgo de una mala respuesta a un medicamentos específico.
Los Criterios de Beers actualizados son más sensibles
Pero los autores del trabajo han deducido no solamente esa relación numérica entre la media docena de fármacos prescritos en adelante y el riesgo de daño involuntario al paciente anciano, sino también que los Criterios de Beers actualizados, los del año 2012, son más sensibles (detectan más casos) que la versión anterior de esta referencia internacional para diferenciar qué medicamentos son peligrosos para los mayores.
De todos modos, los mismos autores advierten de otros factores que explican la mayor sensibilidad de la versión actualizada de los Criterios de Beers en el caso concreto de los ancianos que se visitan en domicilio (que son los que se examinan en el estudio), como, por ejemplo, que ya tomase per se otros medicamentos antes y el diagnóstico de enfermedad psiquiátrica.
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