El presidente de la Sociedad Española de los Directivos de la Salud (SEDISA),
Joaquín Estévez, espera que los perfiles de los próximos nombramientos de
consejeros sanitarios, en las diferentes comunidades autónomas, formen parte del sistema sanitario, y si no es así “al menos esperemos que aprendan pronto”.
En declaraciones a
Redacción Médica, Estévez pone como ejemplo el nombramiento de
Miguel Rodríguez, nuevo
consejero de Sanidad de Cantabria, “una persona que lleva más de 25 años en el mundo de la
gestión”.
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"Siempre decimos que el puesto del gerente debe conjugar experiencia, habilidades y conocimientos técnicos"
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“Nosotros siempre decimos que
el puesto del gerente, y en este caso del consejero, debe conjugar experiencia, habilidades, conocimientos técnicos y prácticos en el mundo de la gestión sanitaria. Y
en el caso concreto de Miguel Rodríguez se cumplen todos estos aspectos. Su experiencia habla su nombramiento”, señala Estévez, confesando que Rodríguez es además “amigo personal” y miembro de la junta de SEDISA.
En este sentido, el presidente de SEDISA reconoce que “aunque el puesto de consejero sea un cargo político, lo ideal sería que la persona elegida perteneciera al sector sanitario”. En el caso de
José María Vergeles, Estévez también aprueba su nombramiento porque “tras cuatro años al frente de su consejería, ahora puede consolidar su proyecto”.
“Esta renovación en el cargo supone un paso en la
profesionalización de la gestión para favorecer la calidad asistencial y la eficiencia, ante la necesidad de propuestas de futuro y de cambios legislativos y organizativos necesarios”, señala.
Retos
Pero aun así, reconoce Joaquín Estévez, “todavía hay mucho trabajo por hacer en todas las comunidades autónomas, en lo que a la
profesionalización del directivo se refiere”.
Así, el presidente de SEDISA, destaca otras
necesidades organizativas de carácter urgente en el Sistema Nacional de Salud: “La redefinición de la estructura organizativa del dispositivo hospitalario, concentrando los recursos en los hospitales según su nivel de cualificación, la transparencia, evaluación y rendición de cuentas, la corresponsabilización de los profesionales sanitarios con la gestión sanitaria y la realización de presupuestos realistas, cumplibles, específicos y finalistas para la innovación”.
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