Redacción. Barcelona
El Departamento de Salud que encabeza Boi Ruiz ambiciona reducir de forma importante la cantidad de radiaciones nocivas de su tecnología médica (por medio de la creación de un registro de dosimetría) y, de forma paralela, el número de pruebas diagnósticas prescritas conforme a las recomendaciones de ‘no-hacer’ que dicta la Sociedad Española de Radiología Médica (Seram), y, más en concreto, su filial Radiólogos de Cataluña así como de la Agencia de Calidad y Evaluación Sanitarias de Cataluña (Aqua).
J.M. Argimon, director de Aquas; el consejero de Salud, Boi Ruiz; y J. Andreu, presidente de la Sociedad Catalana de Radiología y Diagnóstico por la Imagen.
|
Ésta última abandera el Proyecto Esencial, una iniciativa que identifica prácticas clínicas que aportan poco valor, es decir, aquéllas en las que los riesgos son superiores a los beneficios, existe una falta de evidencia sobre la efectividad o en los que hay alternativas similares y con un coste menor.
El trabajo promueve, asimismo, recomendaciones para evitar esas pruebas innecesarias, y, en este sentido, cabe mencionar que 12 de las 40 prácticas que se incluyen se relacionan con las pruebas diagnósticas que emiten radiaciones, como es el caso de la mamografía en las mujeres de menos de 50 años y de las pruebas de imagen en los casos de lumbalgia y de sinusitis en edad pediátrica.
Dosímetro para calcular la radiación
En cuanto al dosímetro en forma de registro sistemático para vigilar la cantidad de radiación que se utiliza en las pruebas de imagen, lo desarrolla la propia Aqua y la Dirección General de Planificación e Investigación en Salud, y se trata de una iniciativa que ha dado a conocer Ruiz este viernes.
Uno de los objetivos del registro consiste en definir protocolos para garantizar que se generen imágenes de calidad con el mínimo de radiación posible. También debe permitir analizar y, en su caso, adoptar medidas para disminuir la variabilidad que se produce en las dosis de radiación utilizadas en función de las pruebas de diagnóstico por la imagen. En este sentido, se ha constatado que, para una misma técnica de imagen, se observan variaciones en la dosis de radiación según los profesionales que hacen la prueba.
Por otra parte, por medio del registro también se proporcionará a los profesionales médicos y a los pacientes el historial sobre las dosis de radiación de cada prueba ya realizada. Los pacientes podrán consultarán esta información por medio del mail Cat @ Salud Mi Salud.
El proyecto será presentado a principios del año que viene a las sociedades científicas y los datos retrospectivos estarán recogidos a partir de junio de 2016. Se espera que el registro ya pueda estar operativo en todo el país a partir de septiembre de 2017.
Cáncer y radiaciones
Según han informado fuentes del Departamento de Salud autonómico, una revisión reciente de la Agencia de los Medicamentos y Tecnologías en Salud de Canadá sobre el riesgo de cáncer por exposición a radiaciones durante la tomografía computarizada (TC) concluyó que existe cierta evidencia de un aumento del riesgo de cáncer por exposición a radiaciones ionizantes durante las exploraciones en niños. Sin embargo, los datos debían interpretarse con cautela dadas las limitaciones de los estudios.
Por otra parte, el riesgo de cáncer por la exposición a radiaciones ionizantes también depende de factores como la edad de la persona en el momento de la exposición, el sexo (hay más riesgo en las mujeres por el tejido mamario), la parte del cuerpo expuesta, una susceptibilidad genética o la dosis acumulada de radiación. Cabe señalar también que los fetos y los niños pequeños son más sensibles a la radiación.
Además, aunque también se ha demostrado que una dosis grande y única de radiación supone un riesgo significativo de cáncer, no está tan claro si esto puede ser equivalente a la exposición a dosis mucho más pequeñas a lo largo de toda la vida.