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Monitorizar a los pacientes tras la enfermedad, clave para el éxito médico

El Hospital de Bellvitge tiene en marcha tres proyectos de atención integrada para mejorar su capacidad asistencial

Pere Cardona, Josep Comín, Silvia Copetti, Esther Calero y José Jerez, del Hospital Bellvitge

19 may 2022. 14.50H
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El Hospital de Bellvitge cuenta con varios proyectos de atención integrada y basados en valores. Estos han sido presentados por parte del equipo del propio hospital en la jornada en Organización Sanitaria Innovadora del Hospital de Bellvitge, coorganizada por Redacción Médica junto a la Sociedad Española de Directivos de la Salud (SEDISA) y patrocinada por Boehringer Ingelheim junto a la colaboración de Air Liquide Healthcare.

Mesa: Proyectos de Atención Integrada y basados en valor, del Hospital de Bellvitge

En primer lugar, Pere Carmona, facultativo especialista del Área de Neurología y Silvia Copetti, facultativa especialista del Área de Medicina Familiar y Comunitaria han presentado el Proyecto de Compra Pública Innovadora STRACK, enfocado a la mejora de la atención de los pacientes que han sufrido un ictus. "Esta enfermedad es la causa número uno de discapacidad del mundo y además tiene un coste muy elevado", ha explicado Carmona. Así, ha expuesto que el esfuerzo actual no solo debe enfocarse en la fase aguda de la enfermedad "ya muy estandarizada", sino también en la base crónica, "que no está estandarizada y tampoco tiene un abordaje integral". Por ejemplo, ha explicado que el 40 por ciento de los pacientes, tras sufrir un ictus, no realiza a tiempo la rehabilitación, así como el 30 por ciento no toma la medicación. 


Cómo mejorar la base crónica del ictus


El proyecto STRACK busca mejorar el abordaje integral del paciente el primer año tras sufrir un ictus. Bellvitge cuenta, en este proyecto, con la colaboración del Hospital de Viladecans y la Atención Primaria metropolitana sur de Cataluña. "La idea es tener una visión de 360 grados de la situación e identificar las necesidades de los pacientes. Esto podemos hacerlo gracias a la monitorización", ha comentado la facultativa que ha definido como "proyecto estrella" la parte del plan enfocada a la rehabilitación. 

"Esto no sustituye a la rehabilitación normal, pero ayuda a la mejora de los tiempos y el seguimiento", ha asegurado Copetti. Los ejercicios que se indican y pueden realizar los pacientes en su teléfono móvil están pautados por el médico teniendo en cuenta el nivel basal de la persona a la que va dirigido. "Podemos monitorizar si se ha tenido buena adherencia a los ejercicios y que estos se vayan modificando junto al avance del paciente", ha indicado. 

Por su parte Pere Carmona ha recordado que, aunque son indicadores ambiciosos, tanto el programa de rehabilitación como el de monitorización tienen como objetivo disminuir el número de reingresos, incrementar la rehabilitación y mejorar la adherencia a los tratamientos. Por el momento, el proyecto ha contado con la ayuda de 15 profesionales y 10 pacientes y cuidadores. 

Incrementar el seguimiento de la insuficiencia cardiaca para evitar recaídas


En segundo lugar, se ha presentado el proyecto de Transformación Digital EOSS, en este caso en prueba en el Servicio de Cardiología del hospital. Josep Comín, jefe del Servicio de Cardiología del hospital, ha expuesto que las insuficiencias cardiacas son la causa número uno de ingresos y, además, tienen un elevado coste. "Uno de cada seis euros del presupuesto de sanidad catalán va enfocado a esta patología", ha asegurado. Así, ha expuesto que la transformación digital es clave para mejorar los tratamientos y seguimiento de los pacientes y agilizar la atención médica.

Josep Comín durante su intervención.


El proyecto presentado se basa en implementar una "capa digital" en el proceso de atención a los pacientes con insuficiencia cardiaca, con el objetivo de mejorar la continuidad asistencial. Además, ha señalado como esencial tanto tener una visión completa de las necesidades de los enfermos como utilizar las TIC para mejorar la red de comunicación entre todas las partes implicadas. 

Esther Calero, enfermera del Servicio de Cardiología, ha explicado el funcionamiento de la aplicación PIRENe, actualmente base de este proyecto. "La idea es controlar al paciente durante su fase más vulnerable; los primeros seis meses postalta hacemos un seguimiento más intenso", ha indicado. En la aplicación, los pacientes tienen, por un lado, que indicar sus biomedidas todos los días, así como contestar un cuestionario de ocho preguntas. Si alguno de estos marcadores "presenta una descompensación", en el sistema salta una alarma y el servicio de enfermería "se pone inmediatamente en contacto con el paciente". 

"Los primeros seis meses postalta son los más importantes para un paciente"


"Durante estos seis meses el paciente hace el proceso todos los días y le sirve como entrenamiento", ha explicado la profesional, que ha indicado que aunque al principio los enfermos "tienen más dudas y llaman más", en poco tiempo aprenden a controlar sus signos de alarma y saben cómo tienen que reaccionar en caso. Los datos del programa son positivos. La mortalidad se reduce un 12 por ciento, la rehospitalización un 40 por ciento y el autocuidado de los enfermos se incrementa en un 35 por ciento. 

Por último, Comín ha puesto en relieve la importancia de la Inteligencia Artificial en este proceso. "El objetivo final es crear algoritmos para reconocer con prontitud qué puede ir mal y actuar de manera preventiva". 


La manera de ayudar al paciente en su pre y postoperatorio 


En tercer lugar José Jerez, coordinador de recuperación mejorada en postoperatorio, ha presentado ERAS, enfocado a la seguridad y el empoderamiento de los pacientes. En este protocolo de Recuperación Mejorada después de la Cirugía, la acción abarca desde antes de un mes de la operación hasta el postoperatorio y está destinada a "disminuir el estrés quirúrgico emocional y celular de cualquier paciente de una cirugía programada, mejorar la recuperación y reducir el tiempo de estancia en el hospital". 

Para llevar a cabo este proceso, se revisan "prácticas tradicionales", así como se buscan los puntos clave de cada cirugía, para adaptar la experiencia a ello. "El fin es mejorar la capacidad funcional antes de la cirugía, mejorar la recuperación del daño quirúrgico y buscar posibles factores de riesgo en cada paciente", ha indicado Jerez, que ha explicado que en este proceso entran en juego muchos profesionales de manera directa, pero especialmente los del campo de la enfermería, rehabilitación y dietética. Por el momento, están adscritos a ERAS los servicios de Ginecología, Cirugía Cardiaca, Cirugía Maxilofacial, Cirugía Ortopédica, Cirugía Plástica, Urología, Cirugía General, Cirugía Torácica y Cirugía Vascular. 

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