Del mismo modo que se recetan medicamentos, prácticas de ejercicio físico o pautas de vida saludable, los médicos de familia exploran la manera de hacer oficial la prescripción de aplicaciones de salud o ‘apps’ dirigidas a la prevención e incluso el tratamiento de la enfermedad, según una de las conclusiones de un foro celebrado en el Colegio de Médicos de Cáceres por la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (Semergen).
“Los profesionales sanitarios queremos aportar nuestro grano de arena: evitar la brecha digital en el ámbito médico y convertirnos en e-profesionales”, ha declarado Vicente Caballero, presidente del Comité Organizador de las I Jornadas de Medicina y Nuevas Tecnologías de la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (Semergen), organizadas por el Grupo de Trabajo de Nuevas Tecnologías, que inicia esta semana su actividad en el Colegio de Médicos de Cáceres.
“Estas jornadas no pretenden lograr que el médico que asista se convierta en un hacker, pero sí que conozca qué opciones tiene disponibles para ayudarlo”, ha añadido, por su parte, Hans Eguía, presidente del Comité Científico del encuentro que reúne durante dos días a cerca de cien médicos de Familia y residentes de Medicina Familiar y Comunitaria.
Útiles para seguir el curso evolutivo del enfermo
“Ya prescribimos medicación, consejos y hasta ejercicio físico moderado, ¿por qué no prescribir aplicaciones?”, ha incidido Eguía, quien ha añadido que el uso de este tipo de aplicaciones permite ver al médico los resultados tensionales o glucémicos, nutricionales y de actividades realizadas, lo que contribuye al seguimiento del paciente, lo cual convertiría a ciertas aplicaciones en aliados tanto para el paciente como para los propios médicos.
Sin embargo, los expertos han apuntado a que el problema reside precisamente en la sostenibilidad, dado que las ‘apps’ se realizan en su mayoría para generar beneficios y el hecho de adquirir una aplicación disminuiría marcadamente su incursión en el mercado. “Quizá una solución sea aplicaciones gratuitas generadas por ONG, sistemas de salud o incluso personal de salud altruista”, según coinciden ambos especialistas.
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