La sanidad española ha logrado superar con nota la prueba de estrés a la que la ha sometido una pandemia que, no obstante, ha descubierto también las carencias del propio sistema. En el proceso de transformación del SNS se presumen indispensables los fondos europeos, pero, ¿están bien dirigidas las partidas anunciadas por el Ministerio de Sanidad? Y, sobre todo, ¿son suficientes para paliar los problemas de gestión, plantilla y obsolescencia tecnológica que arrastra la sanidad española? Estas son algunas de las cuestiones que han abordado los gerentes de hospital y analistas que han participado en el debate
‘Los fondos europeos de la recuperación: así va a cambiar la sanidad española’, organizado por
Redacción Médica con la colaboración de la
Sociedad Española de Directivos de la Salud (SEDISA).
¿En qué medida ha destapado el covid los problemas de la sanidad en España?
David Lentisco, director general de Lentisco Alentto Group: Hay un problema inicial que tiene que ver con la retención de talento, con la situación de los profesionales dentro del Sistema Nacional de Salud (SNS, que se han visto sometidos a una gran carga de trabajo. También se han puesto en evidencia las dificultades que plantea el método y la gestión actual de la asignación de recursos y la propia falta de cohesión del sistema, que tiene un grave problema de atomización en la toma de decisiones como consecuencia lógica de la coexistencia de 17 sistemas sanitarios más uno residual del Estado.
Por otro lado, me gustaría explicar que va a ser especialmente complicado conseguir que reunamos capacidad de atracción de fondos, porque los
PERTE se gestionan a través del Consejo de Ministros y, por lo tanto, si el Ministerio de Sanidad no toma una determinación en este sentido clave para poder solicitar la creación de algún proyecto en concreto, me temo que no vamos a conseguir mucho porque las comunidades autónomas no tienen acceso directo a los fondos.
Sagrario de la Azuela, gerente del Hospital Nacional de Parapléjicos (Toledo): El Covid-19 ha puesto de manifiesto las deficiencias estructurales que venimos arrastrando desde hace muchos años y que afectan de manera importante a los recursos humanos, además del problema eterno de la Atención Primaria. Desde que me incorporé al sistema sanitario estoy escuchando que la Primaria constituye el eje vertebral del mismo, pero existe una deficiencia importantísima que seguimos arrastrando.
Otro de los problemas que también ha sido muy importante en relación al covid es el de la falta de preparación y coordinación para poder hacer frente a situaciones de emergencia como la que nos hemos encontrado. Con la pandemia hemos sufrido no solamente la falta de personal, sino también la de recursos materiales para hacerlo. Tenemos una
dependencia exterior importantísima, y el problema de no tener material básico fungible, como pueden ser unas mascarillas o unos guantes, o incluso respiradores, puede impedir la atención en situaciones de emergencia.
Francisco Marí, gerente del Hospital Universitario Son Llàtzer (Palma de Mallorca): El reto de los fondos europeos es el de realizar todos esos cambios de organización acumulados durante 30 años en un plazo corto de tiempo, tres o cuatro años. No son problemas nuevos ni que no sepamos, pero va a ser un objetivo increíble que tenemos que focalizar.
"Hay desconocimiento de los objetivos claros de los fondos"
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José Luis Salcedo, gerente del Hospital Vithas Granada: Yo estoy dirigiendo en este momento un hospital privado y echo en falta, dentro de ese conflicto de gobernanza, el criterio de que el sistema de salud es el
conjunto de sistemas de salud de las comunidades autónomas, que incluye centros públicos y centros privados. Estos últimos suponen un gasto actualmente de 34.000 millones de euros y atienden a casi un 30 por ciento de la población. Pero el criterio de colaboración que ha habido durante la pandemia con los
centros privados ha sido cualquier cosa menos homogéneo. Es decir, yo creo que todos los profesionales nos hemos puesto a disposición durante la pandemia, pero hace falta más apoyo.
Además, los presupuestos europeos, con esta partida que no es precisamente clave en los gastos sanitarios, lo único que pueden hacer es apoyar determinadas reformas estructurales, pero los aspectos de gasto de sostenibilidad del sistema y retos como son la digitalización o la Salud Pública no se van a cubrir con eso si no hacemos
transformaciones de calado.
¿Consideran que las partidas que se van a destinar de los fondos europeos a la sanidad son suficientes para paliar esas carencias?
José Luis Salcedo: El problema real es de viabilidad, no de sostenibilidad. En un entorno de demanda asistencial creciente y con una dotación presupuestaria que, no hay que engañarse, va en el sentido opuesto, vamos a recibir una serie de partidas y de fondos para aspectos muy concretos y predeterminados que no van a atajar y solucionar el problema de trasfondo. Y por lo que he leído, van a ser fundamentalmente cuestiones de I+D en la que de alguna forma estamos
muy lejos de alcanzar una integración. Cabe recordar que no hace mucho tiempo que la receta electrónica no era operable en todo el país. Y tenemos el reto de integrar la historia clínica digital como base de datos poblacional, que aún le queda mucho recorrido.
David Lentisco: No nos debemos engañar pensando que los fondos europeos son lo único que se necesita. Hay un desconocimiento de cuáles son los objetivos claros, porque los que hay son generales y es necesario que concretar más las acciones. Para el año 21 el presupuesto público en salud será de 84.500 millones de euros. Pensar que 2.954 millones va a ser lo que va a garantizar toda la sostenibilidad… no, los fondos europeos están hechos para
apoyar estrategias de recambio.
Y además, insisto también en que un problema añadido es la falta de eficiencia y de eficacia del sistema de asignación de recursos. Es decir, para entendernos claramente, todo lo que tiene que ver con los procesos de compra pública, que no están funcionando como deberían. Las partidas van a llegar con una reducción, en términos nominativos reales, de en torno a 11.000 millones de euros para el año 2024; y estamos hablando de unos programas a ritmo de inversión de en torno a unos 2.900 millones de euros. Evidentemente,
la cuenta no sale. Al final, vamos a tener que afrontar este problema mejorando mucho las capacidades del sistema para gestionar con eficiencia los recursos de que dispone. Pero insisto en que estas partidas hay que verlas como lo que son, una ayuda puntual para afrontar esa modernización.
"No nos debemos engañar pensando que los fondos europeos son lo único que se necesita. Están hechos para apoyar estrategias de cambio".
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Francisco Marí: Efectivamente, los fondos están pensados como un impulso y no contemplan en ningún caso gastos recurrentes como el del refuerzo de las plantillas. Europa ha reaccionado rápido después de la crisis para poner sobre la mesa todos estos fondos. Es cierto que el porcentaje destinado a España, si miramos lo que se destina en concreto a Sanidad, parece pequeño, pero yo pondría el acento en saber
para qué queremos los fondos, tener un poco una estrategia. No debemos empezar la casa por el tejado.
"La transformación del sistema supone mucho más que unos fondos".
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Sagrario de la Azuela: Voy a ser optimista. Yo creo que lo que debemos de hacer de momento es aprovechar la oportunidad que nos dan estos fondos. La transformación del Sistema Nacional de Salud es mucho más que unos fondos, que los tenemos que
considerar como una palanca. Es decir, deben ser una parte que nos lleve a mover el cambio que necesita el SNS. Insisto, lo que hay que hacer es cambiar el modelo o decidir exactamente la estrategia hacia la que vamos.
No sé cómo van a poder las comunidades autónomas afrontar este reto de implantar más financiación al sistema, porque lo que los fondos europeos nos van a dar es facilidad para afrontar algunas de las medidas relacionadas fundamentalmente con alta tecnología o con formación de profesionales. Luego están los cambios normativos, que de momento no dejan de estar en un papel y todavía se tienen que desarrollar. Creo que son una oportunidad, pero probablemente tendría que haber venido menos forzada de lo que viene en este momento, y haberse producido hace ya tiempo con una definición clara de la estrategia a seguir.
¿Dónde debe ponerse el foco? ¿Qué ámbitos hay que abordar con mayor celeridad?
Sagrario de la Azuela: La parte fundamental de destino de estos fondos debe estar focalizada no solo en la alta tecnología sino también en los recursos humanos, la búsqueda de personal más capacitado y especializado y la dotación de una tecnología que pueda dar respuesta a los retos que se nos plantean.
David Lentisco: Sagrario ha dicho algo fundamental al referirse a la falta de capacidad industrial. España sigue siendo un país dependiente del exterior y este plan no aborda este problema. Si no tenemos un sistema productivo fuerte, nunca tendremos un Sistema Nacional de Salud (SNS) fuerte. Habría que replantearse muchos paradigmas, muchas máximas que hemos asumido como inatacables. Y desde luego haría falta un impulso, por parte de los poderes públicos, a la industrialización del país en sectores de alto valor añadido, como lo que están haciendo nuestros competidores más directos en otros países.
"Hay un problema de atomización del sistema en la toma de decisiones"
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Por otro lado, el plan contempla una serie de políticas palanca que tienen que ver con la transformación digital. Lo primero que hay que decir es qué es lo que hay que digitalizar y para qué hay que digitalizar. Hay que recordar que a día de hoy es el único PERTE aprobado, ninguno más, y tenemos que unirnos para solicitar la creación de un PERTE que vaya precisamente dirigido a la digitalización de un Sistema Nacional de Salud. La medicina personalizada es imprescindible, porque es la modernización de nuestro sistema y esto va a aumentar evidentemente la calidad asistencial.
José Luis Salcedo: Nosotros nos nutrimos de profesionales porque hay
organizaciones docentes, fundamentalmente las facultades de Ciencias de Salud y de Medicina, que tienen responsabilidad a la hora de mejorar su oferta docente y de modernizar las capacidades que dan a sus alumnos, que son los que pasan a los centros sanitarios para completar su desarrollo. Es decir, tenemos que trabajar también en ese concepto de que no se puede simplificar la digitalización. Hay que revisar en qué ámbito planifican las universidades sus recursos, porque hasta ahora parece que el único criterio era que todos los profesionales tengan empleabilidad, o, mejor dicho, que puedan acceder a unas oposiciones. Eso ya está fuera de todo rango, e incluso creo que algunos aspectos, como las bolsas de empleo que hay en muchas comunidades autónomas, deberían pasar a mejor vida.
En el tema de la salud digital, una de las necesidades que desde mi punto de vista tenemos que revisar son los
circuitos asistenciales e integrar
las mejoras que puede aportar la digitalización. Partimos de que estamos en un país en el que hay un gasto por habitante y año muy diferente en según entre comunidades. Tenemos una asimetría en la capacidad de invertir muy grande que se debería de compensar para estos grandes problemas desde una posición central y solidaria.
Y luego también está el propio desarrollo tecnológico de los centros. Uno de los conflictos que ha provocado la pandemia es que diseñábamos hospitales quirúrgicos y ahora hemos visto que lo que necesitamos eran hospitales médicos y un apoyo sociosanitario, que ya intuíamos y de repente nos ha saltado. Y coincido en que la compra pública innovadora no ha dado la respuesta que se esperaba. Tenemos unos parques tecnológicos muy anticuados, si no obsoletos, y su rendimiento no es el adecuado. Por esto tenemos que rascar por las dos partes, no solo en la innovación tecnológica, sino en la mejora de eficiencia de esos recursos.
"No podemos pretender primar el talento y funcionar con bolsas de trabajo"
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Francisco Marí: José Luis ha hecho mención a la posibilidad de dejar las bolsas de empleo para hacer frente a las necesidades de personal. La gestión de bolsas de trabajo y retención de talento son dos términos casi antagónicos, no puede ser que queramos potenciar y primar el talento y funcionemos con
bolsas de trabajo. Eso hay que cambiarlo ya. La segunda reflexión que quería hacer es sobre lo que apuntaba antes David con el tema de los PERTES, la colaboración público-privada.
Seguramente muchos de los fondos los tendremos que licitar como CPI, (Compra Pública Innovadora), y será necesario que trabajen con nosotros las empresas. En este tipo de contratos se les paga por resultados, lo cual es bastante complejo, pero seguramente es un elemento con el que deberíamos de acostumbrarnos a trabajar más y a tener a las empresas a nuestro lado para ser más eficientes.
Fondos europeos en sanidad: conclusiones
Francisco Marí: Evidentemente, no son las partidas que podríamos esperar teniendo en cuenta los fondos que recibe el Estado español, pero creo que el foco hay que ponerlo en que eso sean realmente productivos. Tenemos
dificultades en la capacidad de gestión, y sobre todo hemos de ver que todo lo que se haga vaya a impactar en los profesionales y en la salud de nuestros ciudadanos. Creo que ese es el objetivo final, ser lo más eficientes que sea posible porque se nos van a pasar los plazos y mucho me temo que algunos fondos quedarán por ejecutar. Es una advertencia que no nos podemos permitir.
Sagrario de la Azuela: Cualquier sistema sanitario, además de dar respuesta a los problemas de salud de los ciudadanos, es un motor económico importantísimo. El Covid-19 de alguna manera nos ha enseñado muchísimas lecciones y ha puesto en evidencia los problemas del sistema sanitario. Ahora lo tenemos que aprovechar para dar respuesta a estos
retos estructurales. Los fondos no van a ser la solución, pero pueden ser una palanca importante para hacer las cosas mejor de lo que hemos hecho hasta ahora.
José Luis Salcedo: Lo que nos hace falta en este momento es un poco de audacia a la hora de asignar los fondos. Esto son sencillamente una palanca para acelerar cambios en la organización, hay que hacerlo sí o sí. Y las claves están más o menos claras. Pero hace falta audacia porque por ejemplo en Andalucía, que es donde yo trabajo, hay prácticamente 120.000 trabajadores públicos más los privados. Es un colectivo muy importante que hay que gestionar muy bien, porque si no los cambios van a ser recibidos como amenazas y todos sabemos que un sistema público que se vea amenazado tiene un peso social muy importante. Y es el momento, el covid nos ha dado un aviso muy importante y creo que ya no habrá una segunda oportunidad: hay que trabajar en una transformación que, por otra parte, están haciendo prácticamente todas las organizaciones que tienen relación directa con clientes.
David Lentisco: A mí me gustaría insistir en esa necesidad de que pongamos el foco en que digitalizar es algo especialmente complejo. Coincido en que tiene poco sentido digitalizar procesos obsoletos; por tanto, una reestructuración y una revisión de los procesos que realizamos a día de hoy en el ámbito de la gestión sanitaria son fundamentales, porque no tiene ningún sentido invertir tecnología en algo que sabemos de antemano que no funciona. Por ello, previamente hay que hacer un
esfuerzo intelectual para ver efectivamente dónde están los graves problemas en el flujo de la información, en la forma en la que trabajamos, en la forma en la que manejamos la información y los datos y a partir de ahí introducir la tecnología como la herramienta que es.
Un momento de la intervención de Lentisco durante el debate de Redacción Médica.
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