Los electrocardiogramas fetales no ayudan a prevenir complicaciones en el parto

Para este trabajo, los autores compararon una serie de parámetros en una muestra de más de 11.000 embarazos

Lunes, 17 de agosto de 2015, a las 19:03
Redacción. Madrid 
Un equipo de investigadores de las universidades de Utah y Texas, en Estados Unidos, han constatado que el análisis de la actividad eléctrica del corazón del feto mediante electrocardiogramas no es más eficaz que los métodos convencionales para prevenir complicaciones en el momento del parto.

El estudio, cuyas conclusiones ha publicado la revista 'New England Journal of Medicine', ha analizado la eficacia de la monitorización electrónica durante el parto para detectar anomalías en el funcionamiento del corazón de los bebés, de los que habitualmente sólo se monitoriza su frecuencia cardiaca.

Concretamente, esta nueva tecnología, que se denomina análisis del segmento ST del electrocardiograma fetal,  indica la cantidad de tiempo que transcurre desde el final de una contracción de los ventrículos hasta el comienzo del período de reposo.

El objetivo principal de la investigación era saber si esta monitorización permitía ofrecer información adicional de posibles alteraciones que pudieran alertar a los profesionales sanitarios durante el parto de un posible problema cardiaco.

Para este trabajo, los autores compararon una serie de parámetros en una muestra de más de 11.000 embarazos, desde el porcentaje de muerte fetal, convulsiones, uso de reanimación o cesáreas. No obstante, según ha explicado Uma Reddy, médico del Instituto Nacional Eunice Kennedy Shriver  e investigadora de este estudio, en ningún caso observaron "diferencias significativas" al contar con el apoyo de esta técnica.

Las mujeres participantes fueron asignadas al azar a participar en uno de los dos grupos del estudio cuando se encontraban en la semana 36 de embarazo. Al nacer el bebé, los autores sometieron también a los recién nacidos al test de Apgar, que se realiza nada más nacer para identificar posibles problemas cardíacos o respiratorios. Además, también hicieron un seguimiento para ver si en el momento del parto se había recurrido a cesárea, al uso de forceps o ventosas para ayudar al parto vaginal, si se había detectado alguna infección del líquido amniótico o si fue necesario realizar una transfusión de sangre.

Las diferencias no se consideran “estadísticamente significativas”

Finalmente, se detectaron complicaciones en 52 partos del grupo en que se utilizó el electrocardiograma fetal, junto con la monitorización convencional, frente a los 40 del grupo control que en el que únicamente se analizó la frecuencia cardiaca aunque según han anunciado los investigadores las diferencias no se consideran estadísticamente significativas.

Asimismo, la puntuación en el test de Apgar fue ligeramente superior en el primer grupo (0,31 por ciento, frente al 0,11 por ciento), y entre las madres apenas hubo diferencias en la frecuencia de efectos adversos.

"Pese a que haya nuevos tratamientos o tecnologías que pueden parecer prometedores, en realidad no es posible saber si ofrece algún beneficio a menos que se haga un estudio que lo demuestre. Y en este caso no se observa ningún beneficio", ha concluido Reddy.

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