La seguridad del paciente no es inquebrantable. El Instituto Ecri ha publicado su listado de los ‘10 Principales Problemas de Seguridad del Paciente para las Organizaciones de Atención a la Salud’, donde se resumen los principales riesgos que han sido enumerados por las organizaciones relacionadas con la seguridad del paciente, así como por parte de los proveedores de atención médica y el criterio de los expertos. En este sentido, el uso errado de la tecnología sigue siendo la principal preocupación.
Específicamente, el listado inicia con la “gestión de información en los registros de salud electrónicos”, seguido por el “deterioro no reconocido del paciente” y, en el tercer lugar, la “implementación y uso de apoyo a las decisiones clínicas”. Para cerrar el ‘top 5’ de los principales riesgos, se han sumado la “notificación y seguimiento del resultado de pruebas”, y la “vigilancia de antimicrobianos”. Sin embargo, estos no son los únicos aspectos a tomar en consideración para garantizar la seguridad del paciente.
Otros de los aspectos clave son la “identificación de pacientes”, a lo que sigue la “administración y vigilancia de opioides en la atención aguda” y los “problemas de salud del comportamiento en contextos de salud no conductual”. Finalmente, el listado queda completado con el “manejo de nuevos anticoagulantes orales” y los “sistemas de organización o procesos inadecuados para mejorar la seguridad y la calidad”.
Los aspectos incluidos en el listado no son ocasionales. Un estudio, publicado en el ‘Journal of the American Medical Informatics Association’, revela que investigadores de informática de Texas, Estados Unidos, identificaron 245 problemas de seguridad relacionados con los registros de salud electrónicos en un hospital de tercer nivel con gran capacidad de pacientes, durante un periodo de ocho meses. Estos problemas de seguridad comprendieron el siete por ciento de los problemas del hospital.
Desde el Instituto Ecri apuntan que pese a múltiples estudios que demuestran un vínculo entre la prevención de errores y una cultura de seguridad, muchas organizaciones todavía tienen "sistemas de organización o procesos inadecuados para mejorar la seguridad y la calidad". De ahí que insistan en la importancia de estrategias proactivas para analizar procesos, identificar lo que puede fallar, y mejorar el proceso para volverlo menos vulnerable a error.
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