Redacción. Madrid
Los extranjeros diagnosticados de tuberculosis sin antecedentes de tratamiento previo contra esta enfermedad corren mayor riesgo de presentar resistencia inicial a los medicamentos, según concluye el estudio ‘Resistencia a fármacos antituberculosos de primera línea en España durante 2010-2011. Estudio Retubes’, publicado en la revista Archivos de Bronconeumonía.
Su autor principal, el doctor Rafael Blanquer, neumólogo y miembro de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (Separ), explica al respecto que “la condición de extranjero es un conocido factor de riesgo de la tuberculosis resistente y multirresistente debido a que muchas de estas personas proceden de países con limitados programas de control y con un contexto asociado a la privación socioeconómica”.
La investigación destaca también un ligero aumento de la resistencia a fármacos antituberculosos en España, que podría deberse al fenómeno de la inmigración de los últimos años. En este sentido “es necesario conocer periódicamente la prevalencia de las resistencias a fármacos antituberculosos para mejorar la prevención y el control de la enfermedad en España”, apunta Blanquer.
Y es que la tuberculosis sin tratamiento previo conocido debe ser tratada durante al menos seis meses con tres o cuatro fármacos de uso corriente, también llamados de primera línea. Pero una inadecuada administración puede conllevar la aparición de tuberculosis multirresistente, es decir, resistente a los dos fármacos vitales para su tratamiento, isoniacida y rifampicina (MDR-TB). En ese caso el tratamiento se haría con medicamentos de segunda línea, que serían más tóxicos, y sería más prolongado supondría mayores costes sanitarios y podría producir más efectos colaterales.
El estudio se ha hecho con 519 pacientes diagnosticados de tuberculosis, 342 de ellos españoles y 177 extranjeros. Los resultados indican que 48 presentaban resistencia a cualquier fármaco, de los cuales 35 -un 6,7 por ciento-, era a la isoniacida. Además, se registraron diez casos multirresistentes -un 1,9 por ciento- y ninguno extremadamente resistente.
De los 487 pacientes sin antecedentes de tratamiento previo, la resistencia inicial a isoniacida fue detectada en 28 -un 5,7 por ciento-, afectando más a los pacientes extranjeros. Por su parte, fue resistencia adquirida en siete casos de los previamente tratados -un 22,6 por ciento-. En cuanto a la multirresistencia, fue inicial en seis casos -un 1,2 por ciento- y adquirida en otros cuatro -un 12,9 por ciento-. Por cierto que tener una edad menor a 50 años es un factor asociado a la resistencia adquirida a la isoniacida.