La gestión clínica debe demostrar sus buenos resultados

La aportación de la Farmacia es valorada, pero el amplio presupuesto que manejan puede generar dificultades

Martes, 16 de junio de 2015, a las 17:36
Marcos Domínguez / Imagen: Miguel Fernández de Vega. Gredos (Ávila)
Las unidades de gestión clínica son una oportunidad para fomentar la participación y la corresponsabilidad de los profesionales sanitarios en diferentes ámbitos, fijando objetivos comunes y tomando decisiones compartidas y asumidas por todo el equipo. Sin embargo, este modelo de gestión, diferente al tradicional, se enfrenta a diversas dificultades y, la mayor de ellas, es la de tener que demostrar mejores resultados para los pacientes.

De izquierda a derecha: Ramírez, Poveda, Juan, Pedraza y Aleo.


Es una de las conclusiones a las que han llegado los especialistas reunidos por Sanitaria 2000 para charlar sobre el papel del farmacéutico en estas unidades, en el marco del I Encuentro Global de Farmacia Hospitalaria, patrocinado por Becton Dickinson y Gilead. Antoni Juan Pastor, director asistencial del Institut Català de la Salut, así lo ha expresado, señalando que deben dirigirse tanto a la gestión de los materiales como de los recursos humanos.

Antoni Juan: el farmacéutico, figura fundamental para la gestión clínica.

No obstante, Gabriel Ramírez Soto, director de la Unidad de Gestión Clínica de Farmacia del Hospital Universitario Virgen de la Macarena, ha señalado que, a pesar del peso de la Farmacia y de que los clínicos han aprendido a valorar la perspectiva del farmacéutico haciendo converger los objetivos de unos y otros, “no tenemos capacidad de maniobra en la gestión de personal”.

El prespuesto de Farmacia, punto delicado

Ramírez ha afirmado que los presupuestos de Farmacia, de las mayores partidas del hospital, son “una de las mayores dificultades que tenemos cuando nos enfrentamos a estructuras clásicas de gestión”. En cambio, Esther Aleo Luján, directora del Instituto del Niño y del Adolescente del Clínico San Carlos (que agrupa Pediatría, Neonatología y Cirugía Pediátrica), ha afirmado la ventaja que es trabajar interrelacionadamente con el Servicio de Farmacia. “Tenemos un servicio muy colaborativo”, ha explicado, “y tenemos reuniones mensuales con ellos y con la subdirección de gestión económica”, vitales para el funcionamiento adecuado del Instituto.

José Luis Poveda y Gabriel Ramírez Soto.

Más allá de lo puramente económico, Aleo reconoce el valor del farmacéutico dentro del equipo “en cuanto a la seguridad del paciente”. Por ejemplo, a través de formulaciones específicas para neonatos o nutrición parenteral.

Por su parte, María Antonia Pedraza, directora gerente del Complejo Asistencial de Ávila, ha advertido de que las unidades de gestión clínica no solo deben servir para controlar el presupuesto, ya que generarían “un rechazo muy importante, porque pierden su capacidad y cuota de poder”. La autonomía es un aspecto esencial, que se desarrolla en delegación de competencias, transparencia y generación de sistemas de información. Al contrario que en el caso de Ramírez, ha considerado que la gestión de recursos humanos es un aspecto esencial de estas unidades, y que el fin significa “pasar de un modelo de dirección a uno de supervisión”, rompiendo con las diferentes direcciones del hospital.

Figura jurídica definida

Esther Aleo y María Antonia Pedraza.

Pedraza ha considerado que el hecho de que estas unidades no tengan una figura jurídica propia “puede dar cierta seguridad a los profesionales que se están planteando cambiar al nuevo modelo”. En cambio, José Luis Poveda, presidente de la Sociedad Española de Farmacia Hospitalaria (SEFH) ve este hecho como una desventaja: “No entiendo autonomía y responsabilidad delegada si no van unidas a una figura jurídica”.

Poveda apunta a la necesidad de fijar indicadores “que comprometan a objetivos conjuntos” dentro de las unidades de gestión clínica, que se consiguen gracias a “líderes comprometidos”. Hablando de liderazgo, la polémica sobre quién debe estar al frente de estos equipos es solucionada por Poveda con espíritu práctico: “tienen que dirigirlas quienes lo saben hacer”, más allá de cargos concretos.

ENLACES RELACIONADOS

Valenzuela, sobre la especialidad: "Lo sociosanitario ha llegado y hay que estar allí" (15/06/15)

La farmacia debe certificarse para ofrecer servicios de seguimiento y conciliación (15/06/15)

Rivero: “Los IPT incluirán impacto económico, pero primero tenemos que definirlo” (14/06/15)

“No es ético que no incorporemos tecnologías que nos permitirían reducir errores y mortalidad” (13/06/15)

La evaluación tiene que limitar la incertidumbre que generan los nuevos fármacos (13/06/15)

Rivero, a la farmacia de hospital: “Los gerentes van a agradeceros que gestionéis los recursos” (12/06/15)