Redacción. Madrid
La administración andaluza ha instaurado un laboratorio clínico de referencia en la provincia de Granada para centralizar los análisis y otras pruebas del ámbito asistencial y ahorrar con ello en tiempo, eficiencia y calidad. Así lo han subrayado fuentes de la empresa adjudicataria de su gestión, Beckman Coulter, que se pone así al frente del proyecto de este laboratorio ubicado en el Parque Tecnológico de la Salud de la provincia.
Poner en marcha laboratorios de referencia en una zona geográfica determinada para pruebas y análisis clínicos permite reducir los tiempos y aumentar la calidad y la eficiencia de los servicios prestados. Este laboratorio, en concreto, permitirá homogeneizar los procesos de todo el territorio granadino, y, en su primer mes de funcionamiento, ya ha demostrado que aumenta la eficiencia y permite realizar pruebas que antes tenían que externalizarse a otras provincias.
Para ello, dispone de plataformas analíticas “muy modernas, de primer orden a nivel internacional” y concentra todos los análisis de carácter ambulatorio y no urgente, lo que supone el análisis de muestras de entre 2.500 y 3.000 pacientes diarios (unas 60.000 determinaciones), según ha explicado Tomás de Haro, director de la Unidad de Gestión Clínica Intercentros de Laboratorio.
En el caso de Granada, además de disponer de este laboratorio central, existen otros “de respuesta” en todos los hospitales, que ofrecen una cartera de servicios para atender a los pacientes urgentes externos e internos, además de a los hospitalizados y de las consultas de acto único. Todo lo cual “permite contar con unos laboratorios de
superespecialización que nos posibilitan realizar técnicas que anteriormente teníamos que derivar a centros externos, e internalizar pruebas que se externalizaban a otras provincias, todo ello coordinado con un solo sistema de información”, ha argumentado.
El director general de Beckman Coulter, José Antonio Crespo, asegura que este proyecto responde a su objetivo empresarial de “ser un centro de referencia a nivel nacional” y aportar los últimos avances en tecnología, servicio e innovación a los usuarios. Además, como ha apuntado Haro, el sistema implantado posibilita aumentar la eficiencia, ya que se disminuye el tiempo de respuesta. Para pruebas de tipo rutinario se necesitan entre seis y siete horas, y, para las más complejas, entre 24 y 48 horas.