Javier Barbado. Madrid
La unidad de enfermedades sistémicas autoinmunes del Hospital de Bellvitge de Barcelona –la única afianzada como tal en España según su coordinador– detecta un claro predominio del lupus eritematoso sistémico (LES) entre los casos que atiende: hasta el 70 por ciento de los casos que analiza con periodicidad su Comité de Diagnóstico y Terapéutica.
Y de los recursos docentes e investigadores de la Unidad, que encabeza el jefe de Servicio de Reumatología del hospital, Joan Miquel Nolla, la mitad se dirige al abordaje de esa enfermedad.
El coordinador de la Unidad, Joan Miquel Nolla.
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La prestación, que acaba de ser reconocida por la Cátedra Pfizer con un Premio a la Mejor Idea o Iniciativa en Gestión, se ideó en 2012 pero se hizo realidad en marzo de 2013, según ha confirmado a Redacción Médica el propio Nolla: “Es una unidad funcional constituida por diversos servicios, pero no se trata de que éstos pierdan su identidad en aras a crear una estructura común, aunque sí se organizan para trabajar de manera conjunta”, ha señalado.
Se trata, en palabras del especialista, de una “asistencia compartida en un entorno de proximidad”, lo que él mismo aclara como un espacio y tiempo dedicados de forma monográfica a este tipo de patología: “Un día concreto de la semana, los servicios involucrados se ponen de acuerdo para dedicarlo a estas enfermedades”, ha matizado, de modo que el enfermo acude a las consultas coordinadas para atenderlo y tratarlo.
Asimismo, la Unidad celebra una sesión clínica cada quince días, de hora y media de duración, en la que los médicos reumatólogos, internistas, nefrólogos… que colaboran en el módulo encabezado por Nolla examinan los casos clínicos de nueva cuña y aquéllos otros que revisten especial complejidad por sus características a la hora de tomar decisiones. “En algunas enfermedades, además, se introducen protocolos específicos que facilitan el consenso, y, en otras, se decide caso por caso; hay acta de la reunión, y, cada médico, toma la decisión adecuada”, ha puntualizado.
En cuanto la docencia e investigación, también con periodicidad quincenal se celebra otra sesión en la que “ponemos al día asuntos de especial relevancia sobre enfermedades sistémicas autoinmunes y hacemos trabajos específicos; además, disponemos de una base de datos estandarizada de estos pacientes”, añade.
El diagnóstico no es tarea de una sola especialidad
Dada la dificultad del juicio y diagnóstico clínicos correctos en estas patologías, Redacción Médica preguntó a Nolla si alguna de las especialidades que las abordan sobresale del resto en ese sentido, o, dicho de otra manera, si alguno de los servicios se revela como la puerta de entrada para el paciente que acude a la unidad: “No es así; la puerta de entrada es única al sistema, sí, pero no al servicio; con independencia de quién los diagnostica, todos acabamos participando del conocimiento del paciente, el cual puede haber entrado por Traumatología, Nefrología, Neurología, Neumología o Medicina Interna, según las características focales que haya presentado, pero no hay un servicio o estructura física centralizadora única”.
En cuanto a la originalidad de la unidad del Hospital de Bellvitge, Nolla la ratifica y explica que, hasta donde él conoce, no existe ninguna otra similar en la sanidad española: “Sí hay sesiones clínicas y consultas multidisciplinares, pero esta unidad es la primera en España”. Además, su gran ventaja radica –insiste– en que se trata de una estructura organizativa, pero no inserta en los mecanismos administrativos, es decir, no recibe una asignación de fondos específica, por lo que no supone un coste añadido al hospital, y, en cambio, agiliza de forma notable la prestación asistencial.