Una de las principales innovaciones del Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA) ha sido las
actualizaciones en cirugía de los nervios periféricos y neuromodulación. Daniel Camporro Fernández, jefe de Servicio de Cirugía Plástica del HUCA, ha explicado que se han llevado a cabo
cinco operaciones con buenos resultados. Todas ellas forman parte de un estudio prosprectivo que han desarrollado en el HUCA para lesiones de diferentes nervios.
Este proyecto ha sido presentado en la
Jornada Hospital Innovador que ha protagonizado HUCA y que ha organizado
Redacción Médica este martes con la colaboración de
Air liquide Healthcare, Boehringer Ingelheim y Sanofi; y auspiciada por la Sociedad Española de Directivos de la Salud (Sedisa).
"Gracias a los avances en la técnica microquirúrgica, la mejor comprensión de la topografía intraneural y los
avances en investigación básica y clínica se ha logrado llegar hasta este punto", ha señalado el profesional.
Factores que influyen en la recuperación
Camporro ha explicado que hay una serie de factores que los profesionales médicos no pueden controlar en estas intervenciones como son la
edad, el nivel de lesión y la naturaleza del nervio. Sin embargo, sí que tienen poder sobre la demora en la reparación, la naturaleza de la lesión (destrucción de efectores distales) y la longitud del defecto nervioso.
"Tenemos que valorar y
convertir la lesión proximal (alta) en una lesión distal (baja)", ha indicado jefe de Servicio de Cirugía Plástica del HUCA. De hecho, en su presentación ha mostrado fotografías de pacientes tratados y vídeos de su recuperación en los que se ha podido ver que han recuperado el paso y la
movilidad en piernas y manos. Algunos de ellos habían sufrido accidentes con motosierras.
Anteriormente, el tratamiento del gap nervioso se realizaba a través de
autoinjertos nerviosos. Este proceso presentaba ventajas como la arquitectura macro/microscópica, la presencia de lámina basal o las células de Schwann de soporte. Sin embargo, sus inconvenientes preocupaban a los profesionales. "El
procedimiento es largo y complejo y la zona donante suele presentar secuelas", ha concretado.
Por ello, se opta por
dos estrategias diferentes. La primera es el uso de nervios donantes de cadáveres (aloinjertos frescos), que logran disminuir la respuesta inmune del huésped, tal y como apunta Camporro. La segunda alternartiva es
minimizar la respuesta inmune del propio injerto (procesarlos), esto supone eliminar componentes inmunogénicos. De esta manera, se preserva la arquitectura tridimensional y se maximiza la recuperación funcional.
En cuanto al procesado y obtención, el profesional ha señalado el
lavado con detergentes por el método de Hudson, el Banco de Sangre y Tejidos del Principado de Asturias y el estudio experimental ya nombrada.
En las operaciones se han intervenido los nervios sensitivos digitales y los periféricos mixtos, entre otros.
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Faltan 5 casos para completar el estudio
Camporro ha resaltado la importancia del estudio prosprectivo, en el que todavía faltan
5 casos más. En cuanto a las lesiones incluidas en estas operaciones están los nervios sensitivos digitales y comisurales de la mano, nervios periféricos mixtos de la extremidad superior e inferior. Así como los
neuromas dolorosos generados, en la lesión de los nervios descritos.
Por último, Camporro ha presentado un
caso de neumoromodulación periférica por cirugía minimamente invasiva. "Es un dispositivo implantable que mitiga el dolor, ha solucionado el bloqueo de mano de la paciente", ha afirmado.
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