Lorena Martínez. Pamplona
La atención integral del paciente con autismo es, a día de hoy, una ‘utopía’, según ha revelado Amaya Áriz Argaya, psicóloga y presidenta de la Asociación Navarra de Autismo, quien, durante las XXVI Jornadas Nacionales de Enfermeras Gestoras, ha reclamado a este sector profesional un mayor apoyo y seguimiento de los casos.
“La formación en autismo debería ser una asignatura obligatoria en la carrera de Enfermería”, ha considera Áriz, tras lamentar la “inexistente” participación del paciente en la toma de decisiones estratégicas que le afectan de forma directa.
Una consideración compartida por Jesús Sanz, presidente de la Asociación Nacional de Directivos de Enfermería (ANDE): “Las decisiones estratégicas se toman al margen de la sociedad, que no implica al paciente ni a los asociaciones”, señala. Poner fin a esta circunstancia requiere de la creación de “espacios de intercambio”, en los que la figura de la enfermera gestora de casos, o de enlace, resulta “imprescindible” para garantizar el “empoderamiento real del paciente”, ha expresado el responsable.
Carmen Ferrer Arnedo, gerente del Hospital de Guadarrama (Madrid) ha respaldado ambas posturas, añadiendo la importancia de mejorar en “trasparencia” como forma de educar a la sociedad en la aceptación del trato prestado al paciente con autismo. “El cuidado tiene que basarse en el acompañamiento, atendiendo a las circunstancias personales”, señala.
Por su parte, ante el nuevo rol demandado , Mercedes Ferro, vicepresidenta de ANDE y responsable de las jornadas, llama a los afectados a comunicar sus necesidades particulares al profesional, a fin de mejorar “la sensibilidad para entender que cada circunstancia particular es diferente”.