Pueden parecer semejantes, pero no son iguales. Un
'alto cargo' y un 'alto directivo' tienen consideraciones diferentes en el ámbito sanitario, sobre todo en términos jurídicos, tal y como defienden desde la
Sociedad Española de Directivos de la Salud.
La normativa que separa ambas figuras es, por tanto, diferente, según señala su presidente, José Soto a
Redacción Médica, como ya avanzó en el encuentro
'Hospital innovador-La Paz 5.0'.
Mientras que la alta dirección se basa en la
reglamentación del Estatuto de los Trabajadores, el sistema de altos cargos, generalizado en casi toda España, sitúa a los gerentes como
"cargos de confianza de los políticos" nombrados por el Consejo de la comunidad. "Se trata de una regulación laboral especial frente al nombramiento que supone el alto cargo", especifica.
A la vista de esta asimetría, desde Sedisa plantean una
reconsideración de los altos cargos desde la figura de la alta dirección. No solo entre los directores gerentes de la Comunidad de Madrid, donde nace esta idea, sino a nivel global en el resto de comunidades.
Como "principal ventaja", esta reconversión permitiría al sistema "
tomar distancia de los planteamientos políticos y obtener mayor independencia de sus objetivos", obteniendo a su vez, mayor
cercanía con los profesionales sanitarios. "
No rindes cuentas al gobierno, rindes cuentas a los jefes o al Consejo de Administración del hospital", matiza Soto. Lo mismo ocurriría con los nombramientos, en manos del órgano administrativo del centro y no de los ejecutivos autonómicos.
Consideran, además, que esta figura
encajaría mejor en sus cometidos, en cuanto a la necesidad de "definir objetivos, evaluar resultados, asignar las retribuciones económicas a estos...". También en cuanto a la
consideración de los incentivos o el uso de las herramientas presupuestarias. "Creemos que desde la óptica de la profesionalización
es un paso adelante ya que se confía en el directivo", afirma Soto, para quien esta consideración es "hasta
más exigente con la lealtad de los gobiernos".
Andalucía, a la cabeza en la implantación del modelo
Por tanto, creen que lo adecuado sería que los gerentes y equipos directivos fueran contratados como altos directivos y se acotara el nombramiento de altos cargos unicamente a "los
directores y subdirectores generales". Un "matiz importante", en palabras de Soto, que considera que "lo propio es que el regimen jurídico aplicado sea suscrito entre la adminstracion a través de sus altos cargos y los directores gerentes sean altos directivos".
Andalucía es una de las regiones más aventajadas en este tema, señala Soto, ya que a la hora de regular el régimen de nombramientos de los directivos ha tenido en cuenta la diferenciación que demandan desde Sedisa, aunque todavía "esté pendiente de desarrollar el reglamento". El organismo, confía en que la semilla plantada en la región andaluza
se extienda por el resto de autonomías. Por su parte, ya han puesto esta propuesta sobre la mesa de las diferentes comunidades, con esperanzas de que salga adelante.
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