El Hospital Universitario Vall d'Hebrón ha sido un
centro neurálgico durante la pandemia, en la que ha atendido más de 7.000 pacientes con Covid-19 en dos años. El gerente del hospital más grande de Cataluña y uno de los más grandes de España,
Albert Salazar, se une al documento
'Lecciones del Covid', impulsado por
Redacción Médica, para explicar cómo ha vivido la gestión de la enfermedad. Salazar asegura que
el "balance nunca puede ser positivo" y destaca como principal punto débil de la sanidad española "la manifiesta
incapacidad de nuestros representantes políticos para actuar en favor del interés común y colectivo".
¿Qué balance hace de la gestión de la pandemia tras dos años del primer caso del coronavirus Covid-19 detectado en España?
El balance nunca puede ser positivo cuando hay sufrimiento y muerte de tantos ciudadanos. Es difícil también hacer un balance cuando no podemos comparar lo que hubiera sucedido si se hubieran tomado decisiones diferentes en los momentos más difíciles de la pandemia. El doble ciego no existe en este caso, por tanto, solamente son percepciones personales o colectivas que pueden estar influenciadas por múltiples factores.
¿Cuáles cree usted que han sido los puntos más fuertes de la sanidad española a la hora de hacer frente a la pandemia? ¿Y los débiles?
Como puntos fuertes, yo destacaría el compromiso y la dedicación extraordinaria que han demostrado los profesionales de todos los estamentos que conforman nuestro sistema nacional de salud.
Como puntos débiles, una vez más en España, la manifiesta incapacidad de nuestros representantes políticos para actuar conjuntamente en favor del interés común y colectivo y aparcar sus intereses partidistas.
¿Cree usted que la sexta ola será la última ‘gran ola’ de la pandemia?
No me veo capacitado para responder a esta pregunta.
¿Es el momento de gripalizar el Covid-19? ¿Cómo debe ser el seguimiento de la enfermedad llegado ese punto?
Es muy probable que en algún momento este coronavirus empiece a abandonar un comportamiento epidémico para adoptar un comportamiento más endémico o estacional. Llegados a este punto, la forma de abordaje tanto desde el ámbito de la vigilancia epidemiológica de salud pública como desde el punto de vista de gestión asistencial deberá enfocarse más hacia este concepto de 'gripalización'.
¿Qué aprendizaje personal le deja a usted la pandemia del Covid-19?
Entre las lecciones aprendidas de este periodo excepcional que ha supuesto una prueba de estrés a nuestras organizaciones como nunca antes, yo destacaría el concepto de hospital elástico, tanto en la gestión del personal como en el uso de los espacios y las instalaciones. La multidisciplinariedad en el conocimiento de los equipos profesionales y afrontar los procesos contando con los diferentes proveedores de tu territorio de referencia, en mi opinión, son dos elementos o factores positivos que nos deja la pandemia.
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