El sistema sanitario se enfrenta al
mayor salto tecnológico de su historia, y es ahí donde
el directivo de la Salud juega un papel fundamental para liderar ese cambio. Esta es la principal conclusión de la mesa centrada en digitalización celebrada en el marco
del X Encuentro Global de Directivos de la Salud, organizado por Sanitaria 2000. En ella, se ha debatido sobre si hay suficiente inversión para dejar atrás
el bolígrafo y el papel. Una respuesta que no parece estar del todo clara, según los protagonistas.
Lo que sí parece seguro es que la sanidad española está ante “la cuarta revolución industrial por la forma que tiene de gestionar cantidades ingentes de datos”. Según
Soledad Romea, directora de procesos del Hospital Vall d’Hebron, esta transformación
“es un gran reto para todas las instituciones sanitarias por el significado que conlleva en el modelo de trabajo. En definitiva, la digitalización es uno de los principales retos del directivo de la salud”.
¿Hay suficiente inversión para dejar atrás el bolígrafo y el papel?
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De este modo, según Romea, habrá un cambio en la forma de trabajar. “Abordaje integral con metodología y lenguaje adaptado a la cultura del centro; trabajo en equipo; Análisis de los problemas; observación, comunicación, gestión visual, estandarización y mejora continua”.
Para que esta metamorfosis se dé con plenas garantías deberá de contar con una serie de elementos claves:
“Fluidez, seguridad y conocimiento; abordaje integral; hacer visibles los problemas para solucionarlos; metodología propia adaptada a nuestra cultura; estabilizar, estandarizar, evaluar y mejorar continuamente. Pero siempre con el paciente en el centro del sistema”.
El salvavidas tecnológico
Que la tecnología ha llegado para quedarse es una realidad. Pero para que esta pueda ayudar en el día a día de los profesionales es necesario saber entenderla. Esa fue la tarea de
Ignacio C. Sagardoy Valera, director del
Hospital Ernest Lluch Martín de Catalayud, el cual ha sido capaz de cubrir la falta de profesionales en su hospital a través de la ayuda de compañeros de otros hospitales conectados en red.
“En Aragón se nos propuso la implantación de la
interconsulta virtual. Esta nace para el acceso a sugerencias, consejos y consultas de segunda opinión de una comunidad de especialistas encargados de responder consultas de
Atención Primaria. Desde el primer momento hubo especialidades punteras que tenían un alto nivel de respuesta telemática. Con ello se consiguió resolver más de un 20 por ciento de consultas de forma telemática, reduciendo así las agendas y las listas de espera”, detalla Sagardoy Valera, destacando que
“con este procedimiento se evitaron 7.000 desplazamientos innecesarios al hospital”.
Por el contrario, desde su hospital intentaron impulsar un proyecto denominado ‘anillo radiológico’. El objetivo era organizar una red de telerradiografía y crear una red sanitaria virtual única para establecer diagnósticos. ¿La estructura? “Una participación voluntaria para que los radiólogos del hospital dieran su visión”.
"Con la evolución de la tecnología se puede mejorar la gestión de los datos clínicos"
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“El problema llegó cuando en 2017 cambiaron el 43 por ciento de la plantilla de nuestro hospital, dejando el programa prácticamente huérfano. Afortunadamente,
pedimos ayuda y otros hospitales se sumaron a este programa, permitiendo así que en nuestro centro siempre hubiera un radiólogo no presente pero dispuesto a interpretar las pruebas de radiología que fueran necesarias. Gracias a la asistencia telemática se pudo sacar toda la actividad de rayos X sin impactar en la asistencia del paciente”, concluye.
Digitalización y datos
Por su parte, José Santos Salas, coordinador de
Calidad del Complejo Asistencial de Castilla y León, detalló el funcionamiento del anillo de Anatomía Patológica de su comunidad, el cual había permitido paliar en cierto modo la dispersión asistencial.
El modelo se basó en crear diferentes bases de datos para establecer diferentes computaciones ante un mismo tumor y un mismo diagnóstico
. “Con este proyecto podemos hacer que el ordenador discierna entre diferentes tumores y tratamientos para saber cuáles han ido bien y cuales han ido mal, lo que permite ahorrar mucho tiempo al especialista”, destaca.
Hacer más fácil la vida del profesional ha sido también el objetivo de
Luis Talavera, director de Ingeniería del Hospital de Gran Canaria Doctor Negrín. Según él, las tabletas digitales son “los nuevos bolígrafos y papel de los sanitarios. Estos deben de ser comprados con la misma agilidad con la que se compra una grapadora”.
“Esto permite facilitar ese día a día de los profesionales.
Con esta evolución tecnología, se puede mejorar la gestión de los datos clínicos, saber en tiempo real en qué estado se encuentra el paciente, y se mejora la colaboración entre los servicios centrales y el hospital”, destaca.
El X Encuentro Global de Directivos de la Salud lleva a debate la Digitalización del Sistema Nacional de Salud.
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