El Hospital Universitario Vall d’Hebron afronta un
reto “mayúsculo” que tuvo como premisa el covid. El director asistencial del centro,
Antonio Román, ha asegurado la oportunidad de “poder
reorganizar físicamente el hospital en las áreas que había cierta desorganización surgió a raíz de la pandemia”, en su intervención bajo el título Hospitales del siglo XXI: organización por áreas de conocimiento.
Así se adapta el Hospital Vall d'Hebron a los retos del siglo XXI.
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La nueva edición de la jornada de ‘Hospital Innovador’, organizada por
Redacción Médica, ha tenido como protagonista el Hospital Universitario Vall d’Hebron. El encuentro también cuenta con el auspicio de la Sociedad Española de Directivos de la Salud (Sedisa) y con la colaboración de Air Liquide, Boehringer y Sanofi.
Román ha explicado que se trata de un “
cambio cultural muy importante y una manera de trabajar nueva”. El hospital partía de una organización muy vertical y fragmentada, por lo que el director asistencial aboga por “asumir con el nuevo modelo las necesidades de los pacientes y los desarrollos profesionales”.
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Debemos descubrir nuevos liderazgos, líderes de segunda fila que llevan proyectos clínicos en áreas de gestión y conocimiento”, ha indicado. Los principales objetivos de este cambio son mejorar los resultados en salud, promover la continuidad asistencial más allá del hospital, fortalecer la comunicación y cambiar la interdisciplinaridad y adaptar roles que aún no están perfectamente acoplados. “Creemos que este modelo, que no implica mayor estructura, va a mejorar los resultados en salud y definirá mejor los itinerarios formativos y el liderazgo clínico”, ha concluido.
Antonio Roman, durante su presentación.
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Por su parte, la directora de Enfermería del hospital,
Àngels Barba, ha explicado la organización del centro en la actualidad y cómo se organizará en el futuro. Los pilares del despliegue del modelo asistencial se basan en priorizar los procesos clínicos más relevantes en salud dando importancia al territorio, un
apoyo total en la tecnología, usar el talento de los profesionales, la seguridad del paciente, la mejora de la práctica clínica, la adecuación de la intensidad de cuidados y buscar nuevas oportunidades en investigación y formación.
"Debemos descubrir nuevos liderazgos, líderes de segunda fila que llevan proyectos clínicos en áreas de gestión y conocimiento"
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Este despliegue empezó en marzo de 2020 y se ha ido adaptando en base a las diferentes olas del covid. Barba ha apuntado que en la actualidad “se ha implantado el
mapa de intensidad de cuidados, se ha trabajado en itinerarios formativos y se han realizado cambios en las normativas internas de recursos humanos”.
Sin embargo, cualquier cambio
conlleva limitaciones y la principal es el cambio cultural. “Es lo que más cuesta porque partimos de una forma de pensar histórica en cuanto a la relación entre profesionales y convencerles de que esta necesidad es importante de cara a los beneficios del paciente”, ha remarcado Barba.
Ángeles Barba ha explicado el desarrollo del hospital desde el punto de vista de la Enfermería.
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