Cristina Alcalá. Madrid
No todos los alumnos que cursan estudios de Ciencias de la Salud y realizan prácticas en centros sanitarios están pertinentemente vacunados o no lo están de la misma manera para poder acceder a este tipo de formación complementaria.
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Leonardo Caveda, vicepresidente de Asuntos Externos del Consejo Estatal de Estudiantes de Medicina (CEEM).
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El problema de esta falta de homogeneización radica en que esta medida preventiva de salud pública no parte de una norma estatal, es decir, del Ministerio de Sanidad; ni tan siquiera de una autonómica, a través de las diferentes consejerías de salud. Quien dictamina si los estudiantes deben o no estar vacunados y contra qué enfermedades parte de las propias facultades de Medicina, o lo que es lo mismo, de los 40 decanos que lideran estas instituciones en España.
Asturias es la última región en anunciar que todos los alumnos de Medicina, Enfermería, Fisioterapia, Odontología y Terapia Ocupacional deberán presentar su cartilla de vacunación para demostrar que han recibido las adecuadas inoculaciones prescritas, tanto durante la infancia como la adolescencia.
En concreto, la Dirección General de Salud Pública de esta comunidad ha emitido una circular donde determina que el estudiante debe estar vacunado de una serie de enfermedades específicas antes de poder ponerse ‘manos a la obra’ como la difteria, el tétanos, la triple vírica, la varicela o la hepatitis B. Asimismo, si los jóvenes van a realizar prácticas en los centros entre noviembre y mayo, también deberán estar inoculados de la gripe, es decir, que deben seguir las mismas pautas de vacunación que tienen los trabajadores de estos centros sanitarios.
Desde el Consejo Estatal de Estudiantes de Medicina (CEEM) opinan que “cualquier medida preventiva entre los estudiantes –especialmente de vacunación- es positiva para los alumnos”, explica a Redacción Médica su vicepresidente de Asuntos Externos, Leonardo Caveda. “Una homogenización en el acceso a estas prácticas es necesario de cara a la movilidad territorial entre los estudiantes”, añade.
“Pero la Administración y las facultades de Medicina deben dotar de los medios necesarios para aplicar esta iniciativa”, como por ejemplo, en el caso de aquellos alumnos que tienen ciertas reacciones alérgicas a la vacunación. Para estos casos, los responsables deben coordinar una serie de procedimientos para comprobar y facilitar el acceso a estas personas para acceder de forma correcta a las prácticas educativas.
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