La cuenta atrás definitiva para los
miles de candidatos que se presentarán al
examen MIR ha comenzado. A falta de seis
escasas semanas los nervios están a flor de piel. Por ello, es necesario que durante estas fechas la concentración sea la base de cualquier opositor, sobre la que se debe trabajar. Sin embargo, muchas veces pensamos que con tan solo
estudiar vamos a tener éxito en el examen, pero no es del todo así.
En este sentido,
Claudio Rivadulla Varela, tutor de
Grupo CTO, recopila seis consejos básicos que debe conocer un candidato al
examen MIR para no perder la concentración durante las cinco horas que dura el examen. “Como en el trabajo diario, en un test tan extenso debemos
establecer descansos, ya que está demostrado que la mente humana pierde
capacidad de concentración al cabo de 30-45 minutos”, asegura Rivadulla, que expone que
“lo ideal es sistemtizar esos descansos, es decir, no estar pensando constantemente en la idea de “descansar” por obligación, ya que con eso nos descentramos; tiene que ser un
automatismo”.
¿Pero cuándo debemos descansar? Esa decisión, explica el tutor de CTO,
“es más personal”, aunque si por él fuera “realizaría
un pequeño stop cada 50-100 preguntas contestadas”. “Dicho stop debe ser como una parada en ‘boxes’ para reponer tanto liquidos como azúcar, ya que este es el
combustible de nuestro cerebro”, expone.
"Si has trabajado desde el principio y los simulacros han ido bien, el día del examen no tienes nada que temer"
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A lo largo de
las 235 preguntas que recoge el examen MIR del próximo 10 de febrero, seguro que habrá varias que se atraganten en un primer momento. En esos casos para no disminuir la concentración, “debemos marcarlas y continuar con confianza y humildad, ya que
perder demasiado tiempo en ellas incrementa nuestro estrés y estaríamos en un bucle del que no sería difícil salir”.
Su
tercer consejo se refiere a las herramientas básicas que debe llevar el candidato MIR al examen. Además de un bolígrafo (o dos),
Claudio Rivadulla aconseja “equiparse con una
botella de agua, algo de
comida para reponer fuerzas, y un
reloj si queremos mantener el tiempo controlado”.
Ganas de trabajar
La motivación con la que te enfrentas al examen es fundamental para conseguir el éxito buscado. Precisamente su
cuarto consejo versa sobre las
“ganas de trabajar”. “Muchos opositores van al examen pensando “a ver si acaba pronto”, “qué pereza”, e incluso “seguro que me sale mal”. Esto es totalmente contraproducente, dado que
esa actitud elimina nuestra concentración y nos conduce a un fracaso seguro”, recalca.
Para poner solución a este síndrome lo mejor es “tomarse como un simulacro más”, pero “lo que te da un extra es
ir al examen con la mayor de las energías y unas enormes ganas de brillar; la confianza en uno mismo forma parte del éxito”.
Estadística de respuestas
Durante esas más de cinco horas de examen las dudas por cada una de las respuestas marcadas invadirá al estudiante. En esos casos,
Rivadulla recomienda responder al máximo de preguntas y arriesgarse. “Las preguntas de las actuales convocatorias constan de cuatro respuestas; si dudamos entre 2 o 3, deberíamos arriesgarnos ya que las posibilidades de aacierto son considerables (50 y 33 por ciento, respectivamente)”, revela.
Incluso el preparador de MIR en CTO va más allá:
“Cuando no hemos podido descartar ninguna respuesta, podríamos contestar sin llegar a perder muchos puntos, de cada 4 preguntas dudas, con tal de contestar una bien nos habrá equilibrado el ratio de fallos-acierto”.
Aplicar las herramientas del opositor es fundamental en este examen tipo test. Según Rivadulla “es muy importante aplicar las técnicas de examen aprendidas durante la preparación, y que
nos hará sumar puntos sin tener que saber la respuesta correcta por puro conocimiento”.
Su
sexto y último consejo va enfocado al número total de preguntas que debe responder el candidato MIR en el examen, en el caso de existir dudas. En su opinión
“no se deben dejar en blanco más de 10 preguntas”.
“El número de preguntas sin contestar va a depender de dos cosas fundamentalmente: la primera, de nuestro objetivo. Es decir, si la
plaza por la que luchamos nos exige muchos puntos, deberíamos dejar lo mínimo posible sin contestar, ya que quien no arriesga, no gana. En segundo lugar, t
odo dependerá de cómo de preparados nos veamos para responder”, enumera Rivadulla.
Por último el tutor MIR concluye clasificando los dos tipos de candidatos que se presentarán al examen: “Si has preparado el MIR en los tres últimos meses, es casi seguro que contestado a todas vas a perder más que si dejo unas cuantas en blanco;
sin embargo si has trabajado desde el principio y los simulacros han ido bien, en el examen final deberá ocurrir lo mismo”.
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