Si
conseguir una plaza MIR en su especialidad soñada no era suficiente para que el 2024 fuera un gran año, Vanessa Haupt ha superado todas las expectativas. Hace unas semanas descubrió que estaba embarazada y, de hecho, coincidió que su
primera ecografía fue durante una guardia de 24 horas. No obstante, esta residente de Pediatría en el Hospital General Río Carrión de Palencia, confiesa que al llevar tan poco tiempo, en un primer momento sí que le entraron algunas
preocupaciones. "Ninguna de mis compañeras es madre por lo que era una
experiencia nueva para el Servicio, pero realmente sentí mucho apoyo por su parte desde el primer momento", detalla a
Redacción Médica.
Ella ya se encuentra de baja y
no volverá al hospital hasta octubre de 2025, cuando seguirá siendo R1 y recuperará los siete meses que no ha podido hacer, por lo que terminará la residencia más tarde que el resto de sus compañeros. "Nada más enterarme del embarazo le conté a mis compañeras, una adjunta con la que tengo confianza y a mi tutora. Me aconsejaron ir al
Servicio de Riesgos Laborales y estando en la semana diez, dentro de la análitica normal me ampliaron a dos virus más", relata esta MIR.
"No
estoy inmunizada al citomegalovirus, este es el que mayor malformaciones puede generar durante el embarazo y las consecuencias para un recién nacido puede ser sordera congénita, retraso mental, convulsiones... Entonces, al no estar inmunizada y siendo residente de Pediatría, que es una de las especialidades con mayor riesgo de contagio con este virus, en un principio
se decidió que dejase de rotar por Urgencias y extremara las precauciones. Así que me quede en
Neonatología y
dejé también de hacer guardias", detalla Haupt.
"Me parecía muy importante tener una formación MIR completa del primer año por lo que no quería dejar de rotar por ciertos sitios que luego no iba a poder recuperar"
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Aún así, lamenta que en el centro hospitalario no cuentan con un
protocolo específico de actuación que proteja a la mujer embarazada cuando no es inmune a ciertos virus, por lo que
la decisión tardó un tiempo en tomarse y ella comenzó la baja después del primer trismestre, que es
justo el periodo cuando este virus realmente puede afectar al feto. "No se tomó una decisión desde el primer momento sobre mi situación porque era el primer caso que tenían de una residente, por lo que tenían que ver cómo podían gestionar mis rotaciones para no asumir riesgos y que no afectara a mi formación", relata.
Formación MIR estando embarazada
"La idea original era que siguiera unos meses más
para poder completar un poco más mi formación, pero finalmente el Servicio de Riesgos Laborales decidió darme la baja ya que no se podía asegurar que no tuviera ningún riesgo. Se me comentó en todo momento la situación y tuvieron en cuenta mi opinión, yo dejé muy claro que lo primero era la salud de mi bebé y la mía y también
me parecía muy importante tener una formación completa del primera año, por lo que no quería dejar de rotar por ciertos sitios que luego no iba a poder recuperar", añade.
Respecto a cómo le afectará en su formación, considera que el hecho de
ser madre en el MIR le dará
una visión extra a su especialidad. "Como ya estoy de baja y tengo más tiempo, estoy aprovechando para estudiar. Además, no voy a perder ningún mes de formación porque
lo que no estoy haciendo ahora ya lo recuperaré", explica. Además,"Creo que podré aprender con mi propio hijo a ver cosas que son importantes y a discernir cosas que no lo son tanto, así que creo que me dará una formación muy completa porque veré la
Pediatría desde ambos lados".
Guardias 24 horas y embarazo
En este sentido, Haupt considera que
ser madre y médica en un hospital tiene dos caras. Por un lado, la parte buena es que tienes más a mano a profesionales a los que puedes preguntar cualquier duda y que suelen ayudarte sin ningún problema. Además, el hecho de
saber de Medicina ayuda durante el embarazo. "Puede haber síntomas que si no tienes conocimientos los pases por alto y al revés, que son normales y se consultan con mucha frecuencia", apunta.
Sin embargo, está la parte de las
guardias de 24 horas. "Esto complica la tranquilidad del embarazo porque hay que compaginarlo con las guardias y, si realmente no hay ningún riesgo,
se hacen hasta la semana 24", explica. "Creo que es bastante duro, estás más cansada, tienes náuseas, y hay veces que no puedes descansar nada".
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