Primera norma que obliga a los médicos a acreditarse como tutores MIR

España se queda sin cantera de tutores MIR ante el aumento de las jubilaciones, algo que preocupa a las autoridades sanitarias, que destacan la necesidad de estudiar fórmulas para mantener la capacidad docente de los servicios de salud. El primer paso en este sentido lo ha dado la Xunta de Galicia, que prepara una norma para obligar a los facultativos a acreditarse como tutores de los médicos residentes.

En concreto, la Conselleria de Sanidade trabaja en un proyecto de decreto que reformula la ordenación del sistema de Formación Sanitaria Especializada en la comunidad autónoma de Galicia. El texto, al que ha tenido acceso Redacción Médica, recoge que en los centros y dispositivos acreditados “existirá una obligación asociada de apoyo a las necesidades docentes de los profesionales que presten sus servicios en ella”.

El texto también habilita al departamento de Julio García Comesaña a establecer “la obligación de acreditación como tutor para acceder a las plazas de los mismos que así de determinen en concursos de traslados u otros procesos similares, siendo obligatorio el ejercicio de dichas funciones mientras ocupen dichas plazas”.

La futura ley, de aprobarse, establece que el profesional que opte a puestos con exigencia docente deberá acreditarse como tutor en el plazo máximo de un año desde que asuma el cargo y ejerza como tal. Si no cuenta con esta acreditación que le permita ejercer como tutor en ese periodo, perderá su destino final, “debiendo participar en el próximo concurso de transferencia, ofreciéndole nuevamente el puesto con tutoría docente en el ciclo anual correspondiente”.

El colaborador docente es el profesional perteneciente a los diferentes dispositivos de la unidad docente en los que el especialista en formación realiza las rotaciones establecidas en el programa de la especialidad correspondiente, asumiendo la orientación, supervisión y control de las actividades que realiza durante dicha rotaciones. Asimismo, participará activamente en la evaluación de los aprendizajes y las competencias adquiridas por el especialista en formación durante la rotación, de forma coordinada con su tutor.

Los profesionales que participan activamente en actividades formativas específicas para residentes, como cursos, talleres y otras actividades similares, también realizan tareas de colaboración docente.

El profesional que opte a puestos con exigencia docente deberá acreditarse como tutor en el plazo máximo de un año

Entre algunas de las funciones que tendrán los tutores, según explica el texto, está la de proponer a la comisión docente, de acuerdo con los demás tutores de la especialidad y el responsable del dispositivo asistencial, la guía o itinerario formativo estándar de acuerdo con el programa oficial de la especialidad, que será de aplicación a todos los residentes formados en la unidad didáctica.

También deberán elaborar el plan formativo individual de cada residente de la unidad docente, adaptando la guía o itinerario formativo estándar, en coordinación con los responsables de los dispositivos asistenciales y con el resto de profesores implicados en el proceso formativo. Además, tendrán que organizar, coordinar, dirigir y controlar el desarrollo del programa docente de cada residente a su cargo, así como su programa de formación individual. Todo ello, en estrecha relación con el responsable de atención de la unidad docente, con el fin de conseguir los objetivos propuestos para su periodo formativo.

Así, entre otras competencias, podrán proponer rotaciones externas al comité docente, especificando sus objetivos; asistir, colaborar y participar en actividades no asistenciales del centro o unidad docente en relación con la formación de los residentes, así como en las que se organicen específicamente para los tutores sobre sus propias competencias en la promoción de la actividad docente e investigadora del residente, asesorando y supervisando, en su caso, su trabajo en la materia.

La Conselleria de Sanidade facilitará la participación de los tutores y de todos los profesionales implicados en la formación sanitaria especializados en programas formativos específicos, principalmente relacionados con la mejora de la competencia en áreas de la práctica clínica, y en aquellas áreas de competencia específicas de la acción tutorial, tales como planificación, conocimiento y desarrollo de métodos de aprendizaje, evaluación, técnicas de comunicación, búsqueda de información y gestión de la docencia.

Los tutores tendrán preferencia en participar en estas actividades formativas que realicen las entidades públicas encargadas de la educación continua, así como en las relacionadas con su especialidad.