La comprensión del paciente es una de las habilidades más difíciles de adquirir por parte de cualquier facultativo. Entender al enfermo va más allá de las cuestiones puramente sanitarias y
alcanza ámbitos como sus relaciones familiares, su situación económica o su lugar de procedencia. Precisamente, un grupo de investigadores de la Universidad de Ottawa (Canadá) han destacado que
los residentes no cuentan con las herramientas suficientes para realizar una interpretación completa de la situación a la que se enfrenta la persona a la que atienden. Motivo por el que los
futuros especialistas abogan por incluir en su formación contenidos que les ayuden a conocer la realidad de los distintos grupos sociales.
Para llegar a esta conclusión, el equipo científico organizó
un curso llamado "Día de la Defensa de los Derechos del Paciente", el cual se impartió en cinco ocasiones distintas a lo largo del año académico 2021/2022. A esta sesión -con una duración de un día- debían acudir todos los residentes de segundo año de los hospitales y centros de salud afiliados a la Universidad de Ottawa, excepto los de la especialidad de Pediatría.
Desde hacer la compra hasta trabajar en comedores sociales
El curso dividió a los residentes en grupos de cuatro o seis, cada uno con diferentes temáticas: alcoholismo,
pobreza, demencia, salud indígena, personas sin hogar, LGTBIQ+, refugiados, consumo de opioides e inmigración. A continuación,
llevaban a cabo una actividad matutina para conocer las barreras sociales a las que se enfrentan miles de personas. Así, por ejemplo, los miembros de 'pobreza' hacían la compra de la semana con un presupuesto limitado e iban a un comedor social, mientras que 'inmigración' trabajaba con una ONG de atención a extranjeros. Por la tarde, cada conjunto relataba su experiencia al resto.
Por último, los participantes
respondieron un cuestionario para evaluar sus conocimientos sobre los asuntos tratados. Antes de la sesión ya habían respondido una serie de preguntas y así hacer una comparativa. Además, se les distribuyó una encuesta voluntaria y la posibilidad de participar en una entrevista grabada. En total, 183 residentes asistieron al curso, de los que 112 respondieron a la encuesta y 10 fueron entrevistados.
Necesidad de conocer más en profundidad a los pacientes
Según los resultados del estudio, en términos generales,
los residentes quedaron satisfechos con
la formación. Asimismo, el 88,4 por ciento de los asistentes consideró que era muy importante que los médicos recibieran capacitación específica sobre las causas fundamentales de las disparidades sociales y su impacto en la salud.
Los participantes también destacaron que
la formación en estos asuntos se disipa durante la residencia. "Aunque el aprendizaje de servicio comunitario y otras actividades experienciales se están incorporando cada vez más en el nivel de pregrado, estas actividades no se pueden extrapolar fácilmente al entorno de posgrado, debido a las distintas presiones en las responsabilidades clínicas y el tiempo", han señalado los autores del estudio.
Por ello, los encuestados resaltaron la importancia de
implantar sesiones de este tipo para incrementar sus conocimientos sobre los pacientes. En concreto, poder conocer la realidad de los distintos grupos sociales en primera persona les sirvió de gran ayuda. "Los residentes remarcaron el beneficio de conocer a individuos con experiencia en la vida y visitar sitios comunitarios, lo que les permitió comprender mejor el impacto de los determinantes sociales de la salud y apreciar los recursos locales", han afirmado los investigadores de la Universidad de Ottawa.
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