Entre los muchos debates enquistados en el
Sistema Nacional de Salud (SNS) se encuentra el relativo al salario de los
MIR, los
EIR y el resto de residentes de la
Formación Sanitaria Especializada (FSE). “Son
mano de obra ‘low cost’”, vienen denunciando en los últimos años sindicatos y organizaciones de profesionales, que recuerdan que estos trabajadores en prácticas constituyen “uno de los pilares” de la sanidad española. El Gobierno asume públicamente la necesidad de mejorar las condiciones laborales del conjunto de las plantillas de salud, aunque sostiene que primero es necesario conocer al detalle en qué estado se encuentran las mismas. La respuesta, deslizan desde el Ejecutivo, está en el
Registro Estatal de Profesionales Sanitarios (REPS), que según informó recientemente la ministra de Sanidad, Mónica García, todavía no está completo.
El Gobierno central se ha referido al salario de los MIR a instancias de una pregunta parlamentaria del
Partido Popular, que inquirió sobre las
“medidas de utilidad real” previstas para
paliar las difíciles condiciones laborales de los residentes. Los conservadores apelan a los posicionamientos de la
Confederación Estatal de Sindicatos Médicos (CESM), que denuncian que los MIR y todos aquellos que hacen la FSE con
sueldos ‘low cost’ son “mano de obra barata y uno de los pilares del sistema sanitario español”.
En su respuesta sobre estos bajos salarios de los MIR, el Gobierno de
Pedro Sánchez argumenta que ya se está trabajando, de la mano de las comunidades autónomas, en la “
modernización de los recursos humanos del Sistema Nacional de Salud (SNS)”, con lo que presente “
reducir la temporalidad y mejorar las condiciones laborales” de los sanitarios, así como “potenciar su
formación y desarrollo profesional”. Todas estas cuestiones se abordan en el marco de la Comisión de Recursos Humanos del SNS.
Desde Moncloa deslizan, en cualquier caso, que para ello es necesario tener una radiografía completa de las plantillas sanitarias españolas. En este sentido, recuerdan que se sigue tratando de dar impulso al Registro Estatal de Profesionales Sanitarios (REPS), que se creó en 2012 con la finalidad de facilitar la
planificación de las necesidades de trabajadores y coordinar a nivel nacional las políticas de recursos humanos. Esta herramienta incorpora datos de la mayoría de los trabajadores autorizados para trabajar en España, incluida su titulación.
El registro de sanitarios, completo al 70%
En la última cumbre del
Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud (SNS), celebrada el pasado 9 de febrero y centrada únicamente en la
Atención Primaria, la ministra de Sanidad se refirió a la importancia de culminar el registro de profesionales para adoptar decisiones que afecten a las plantillas sanitarias.
Sin embargo, más de una década después de su creación, el
Registro Estatal de Profesionales Sanitarios solo está completo al 70 por ciento, informó Mónica García, que subrayó que falta un último empuje
“en algunas comunidades autónomas”.
Las propias consejerías de Salud autonómicas vienen reclamando impulsos a este registro para
“orientar” las necesidades de formación en sanidad, especialmente en el primer nivel asistencial, así como para evitar el intrusismo y dar seguridad jurídica a los propios trabajadores.
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