Tener una voz propia y única que defienda exclusivamente a los MIR. Esta es la esencia con la que nació hace más de una año
la Asociación MIR España, una plataforma creada para demandar una serie de reivindicaciones ante las autoridades competentes con el fin mejorar las condiciones, tanto económicas como laborales, de este colectivo.
Enrique Cuñat, residente del Hospital Universitario Doctor Peset y nuevo presidente de la Asociación MIR España, explica en esta entrevista con
Redacción Médica los retos que se han marcado para este convulso año.
¿Cómo están viviendo los MIR la crisis del Covid?
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MIR y Covid: "Nos asignaban funciones para las que no estabamos preparados".
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Realmente ahora mismo mucho mejor, con la tranquilidad que te da estar vacunado. Creo que prácticamente todos los MIR vacunados a día de hoy y eso te quita esa presión extra que teníamos por el riesgo que corríamos en el hospital. Ya no tanto por nosotros, sino por contagiar a nuestros familiares y amigos. Sin embargo, inicialmente fue muy duro porque, como MIR, somos profesionales que tenemos menos experiencia en sanidad.
Nadie estaba acostumbrado al drama que suponía el Covid en los hospitales, pero nosotros menos. Tuvimos que madurar prácticamente de un día para otro, se nos asignaban funciones para las que no estábamos del todo preparados y, desde luego, no nos sentíamos preparados para ello, pero entendíamos que la necesidad de la sociedad en ese momento era que nosotros adoptáramos las funciones. La sensación general era de que todos estábamos dispuestos a ayudar, lo veíamos como una oportunidad y no nos parábamos a pensar si realmente nos correspondía a nosotros.
Yo creo que otra ventaja de no haber estado tanto tiempo en un hospital es que también tenemos más plasticidad y nos podemos adaptar a las distintas situaciones.
¿Qué valoración hacéis desde la asociación de las condiciones laborales de los MIR en España?
Yo creo que las condiciones laborales es el mayor problema que tienen los MIR ahora mismo. Es una situación muy complicada porque, al ser un periodo tan reducido en el tiempo y saber que va a acabar en algún momento, mucha gente adopta esa sensación de ‘esto es inevitable y tengo que pasar por el aro’.
Nadie se para a pensar: ¿es realmente esto la única forma que existe para una residencia? Y entonces eso perpetúa mucho la situación de explotación que viven los MIR. Es muy cómodo ir poco a poco adoptando a los MIR dentro de las funciones estructurales del servicio y dejar un poco de lado la formación.
Acaba perdiendo relevancia el papel formativo y se empieza a tratar al MIR como una persona que puede cubrir las deficiencias estructurales de los servicios y que no necesita ser supervisado. Tampoco no se va a quejar, por lo que se empieza a viciar esa relación que tiene el MIR dentro de la sanidad, que debería de ser formativa y asistencial.
Respecto al Real Decreto 1146/2006, ¿qué propuestas habéis planteado desde la Asociación?
El Real Decreto 1146 realmente está muy desactualizado porque ya hay muchas leyes que han salido posteriormente que van en parte cubriendo algunos de las lagunas que deja ese Real Decreto y yo creo que habría que replantearlo de una forma muy global. Hay temas especialmente curiosos como, por ejemplo, que marca un límite de entre tres y siete guardias al mes. Eso actualmente sería ilegal porque, con siete guardias al mes, haces más horas mensuales de las que son legales en la Unión Europea. Esto se está persiguiendo por parte de la inspección de trabajo en todos los demás sectores de empleo y, sin embargo, dentro de la propia Administración hay una Ley que lo justifica.
A veces es muy difícil intentar cambiar cosas en su práctica diaria sin que haya una Ley donde específicamente ponga de forma muy literal y de forma muy inequívoca que hay ciertas cosas que no pueden pasar. Y el tema del número de guardias es un tema fundamental.
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El RD se ha quedado totalmente desactualizado y los residentes han tenido una pérdida en cuanto al poder adquisitivo muy grande a lo largo de los últimos 10 años
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Otro tema muy importante dentro de ese Real Decreto sería el tema de las retribuciones. El Real Decreto se ha quedado totalmente desactualizado y los residentes han tenido una pérdida en cuanto al poder adquisitivo muy grande a lo largo de los últimos 10 años, sobre todo porque cobramos exactamente lo mismo que hace 10 años y el nivel de vida va subiendo.
Algunas CCAA han ido poniendo parches, sobre todo a raíz de huelgas y de movilizaciones. En algunas CCAA se ha ido implantando otros complementos que sí dependen de las CCAA y han aumentado ligeramente esos salarios. Sin embargo, el problema de fondo es común a todo el Estado.
¿Cuál es la opinión de la Asociación acerca de la elección y adjudicación telemática de plazas? FSE Unida está pensando en recurrir a la vía legal para exigir un proceso con garantías y una vía mixta.
Cualquier intento que se haga para intentar revertir la situación que se ha dado este año con una propuesta, una elección puramente telemática, lo apoyamos. Sin embargo, el nuevo respaldo legal que hay este año, con la publicación del nuevo Real Decreto, que ha salido específicamente para evitar que una nueva vía judicial pueda bloquear la vía telemática. Por lo que me parece que como que el Ministerio de Sanidad ya se ha adelantado a esta jugada. Es decir, como la Ley no respaldaba lo que ellos querían hacer, han sacado otra Ley. Una vez que hay un Real Decreto que lo respalda, va a ser más complicado que salga adelante.
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Un momento durante la reunión.
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Pero vosotros, como Asociación, ¿os planteáis apoyar a nivel jurídico a FSE Unida?
Nosotros hemos hablado de este tema con la Confederación Estatal de Sindicatos Médicos y con su equipo jurídico y ellos ven poco probable que esta vía funcione. Entonces, basándonos en eso, no hemos querido como Asociación implicarnos directamente, sino desde un segundo plano apoyando a los miembros de la plataforma.
El examen MIR de este año ha recibido numerosas críticas por parte de algunos opositores, ya no solo por la dificultad de la prueba, sino también por no transmitir el ‘sentir’ de la medicina general. ¿Habéis planteado alguna propuesta para que se modifique el modelo actual del examen?
No hemos enviado ninguna propuesta directamente al Ministerio, pero sí que tenemos una opinión clara al respecto. El examen MIR tiene muchos problemas y el tema de la dificultad no es uno de ellos. El principal problema es que los temas que se preguntan son muy especializados, patologías infrecuentes y conocimientos poco relevantes para un médico general, que realmente es para lo que te tendría que preparar el MIR.
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Los temas que se preguntan son muy especializados, patologías infrecuentes y conocimientos poco relevantes para un médico general
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Esto hace que pierda un poco de sentido el estudio para el MIR porque acabas dándote cuenta de que estás estudiando una serie de conceptos que luego no van a servirte en el día de mañana. A lo mejor debería concentrarse más en demostrar que esa persona que saca muy buena nota en el MIR es alguien que sabe mucho de medicina general, de patologías frecuentes, de temas más importantes en el día a día.
Otro problema que estamos viendo ya desde hace mucho tiempo, especialmente desde que se redujo el número de preguntas MIR, es que realmente el objetivo principal del examen es ‘discriminar’ y esa función de discriminación que debería de tener el examen MIR cada vez se está viendo más mermada. He leído recientemente que en este examen ha habido, entre otras cosas, más de 600 empates, es decir, gente que sacaba exactamente la misma nota.
Me gustaría que consiguieran hacer un examen con preguntas que discriminaran más, que no haya preguntas que acierten todos y preguntas que fallen todos y luego unas pocas que discriminan entre las demás, sino que fueran preguntas de una dificultad media.
A título más personal, ¿qué te ha impulsado a presentarte a la presidencia de la Asociación MIR España?
Desde que se creó la Asociación me interesé enseguida porque me pareció una iniciativa muy interesante. Realmente yo tenía la sensación de que los MIR tenían muchos problemas, que todos nos quejábamos en ámbitos más privado. Cuando hablabas con gente de otros hospitales tenían las mismas inquietudes y los mismos problemas y, sin embargo, esa falta de unión que había entre nosotros hacía muy difícil cambiar las cosas.
Por eso, desde que se impulsó esta iniciativa, quiso formar parte de ella. Después, estuve preguntando a compañeros que conocía de otros hospitales y divulgando que existía la Asociación y, una vez que tuvimos representantes en la mayoría de hospitales, hicimos una primera reunión. Al final decidimos que queríamos cambiar tantas cosas que la única forma era ir a la huelga en la Comunidad Valenciana. La huelga fue muy dificultosa, tuvimos muchos problemas, pero al final conseguimos cambiar muchos aspectos importantes, aunque está todavía pendiente de publicarse los acuerdos de la huelga.
Una vez visto el éxito de la Comunidad Valenciana me comentaron desde la Junta Directiva Nacional que a raíz de la siguiente Asamblea General querían hacer un relevo y decidí presentarme con la candidatura que fue la única que se presentó y, por tanto, ganó.
La residencia realmente son cuatro años y yo soy consciente de que las cosas que cambiemos desde la Asociación no las vamos a disfrutar, pero me generaría malestar que dentro de 10 años, al hablar con mi residente cuando sea adjunto, se queje de las mismas cosas que yo me quejaba cuando era residente. Me haría sentir culpable el saber que no hice nada por cambiar eso. Este fue uno de los motivos que me impulsó.
¿Qué retos se ha marcado la Asociación para este año?
El principal objetivo que tenemos es consolidar la estructura. El año pasado fue un año de muchísima actividad, conseguimos un montón de cosas, sobre todo a nivel de las distintas CCAA. Este año queremos consolidar la estructura a nivel de todos los hospitales, en todas las CCAA para que esto sea una Asociación que pueda perdurar en el tiempo. No queremos que, debido al relevo tan frecuente que hay generacional en el MIR, vuelva esa desunión entre residentes que impide cambiar nada.
Por otra parte, seguimos con las mismas reivindicaciones del año pasado en cuanto a derechos laborales y formativos. Estamos intentando, sobre todo, encontrar acuerdos con los sindicatos, que son la estructura legal que hay establecida para mejorar las condiciones laborales. A través de las reuniones y los acuerdos con los sindicatos, queremos intentar hacer llegar a los políticos este malestar que sentimos, dar visibilidad a estos problemas e intentar que se cambien.
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