La niña del Facebook fue una de las protagonistas del MIR 2015-2016. La pregunta, que busca medir si los aspirantes a la formación sanitaria especializada veían apropiado la relación personal de una paciente de 15 años con su médico a través de la red social, fue la más comentada del examen, llegando a ser considerada una de las preguntas más ‘raras’ de las últimas convocatorias. Sin embargo, lo que más preocupa a los aspirantes es el impacto que genera en su número de orden.
Los candidatos a la formación especializada denuncian que son preguntas que destacan por ser poco discriminatorias. En este sentido, no favorecen a una distinción entre los aspirantes que poseen un mayor y menor dominio de los conocimientos sanitarios. Al contrario, afirman que las respuestas acertadas favorecen mayoritariamente a quienes se sitúan en los números de orden más bajos. A pesar del rechazo generado, es común que haya un par, al menos, por cada convocatoria.
La presencia de las ‘preguntas raras’ puede tener un objetivo. A través de ellas se buscaría la incorporación de un factor diferente que, además de medir la capacidad de respuesta ante imprevistos del candidato, rompe con los tradicionales simulacros a los que están acostumbrados los futuros MIR. Sin embargo, no todos están a favor de su efecto, por lo que suelen estar nominadas para su eliminación durante en plazo de reclamaciones a las plantillas de respuestas.
Aunque durante la actual convocatoria parece poco probable que vuelva a estar presente la niña del Facebook, los candidatos se preparan ante la posibilidad tener que resolver nuevas ‘preguntas raras’. Eso sí, intentando mantener la concentración en el resto de los cuestionamientos del examen, ya que el objetivo final es contar con el mayor número de orden posible que les permita acceder a la especialidad anhelada en su hospital de preferencia.
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