Menos recursos a las universidades públicas. Los datos del Ministerio de Educación han revelado que, entre 2010 y 2015, el gasto público al Sistema Universitario Español se ha contraído en un 13,9 por ciento. Una contracción por la que se ha pasado de invertir más de 10,6 millones de euros a 9,1 millones de euros en el plazo de cinco años. Un proceso de ajuste que alcanzó su punto más bajo en 2014.
Específicamente, el ministerio y las consejerías de Educación destinaron 10.628.201,4 euros al Sistema Universitario Español en 2010, una cantidad que cayó a 10.105.657,9 el año después. La tendencia descendiente se mantuvo en 2012, cuando la inversión fue de 9.206.010,2 euros, reduciéndose aún más en 2013, hasta los 9.173.285,5 euros. Solo un año después se registraría el punto más bajo de los últimos cinco años, con la dotación de 8.889.701,5 euros, que logró su primer repunte en 2015, con 9.147.919,2 euros de financiación.
Aunque el resultado de 2015 aún es provisional, según aclara Educación, la financiación registrada podrá representar un cambio en la tendencia, aumentando los recursos para la formación pública de los ciudadanos. No obstante, hará falta conocer los datos de 2016 que, hasta la fecha, aún no ha publicado la institución. Sin embargo, los esfuerzos de dicho curso parecen no ser suficientes para los representantes estudiantiles, quienes han venido solicitando un incremento en los fondos destinados a la formación universitaria.
El Consejo Estatal de Estudiantes de Medicina (CEEM), por ejemplo, ha aprovechado su Asamblea General para reivindicar su petición de aumentar la inversión pública en el ámbito académico. “Desde el CEEM se requiere un acceso igualitario, homogéneo en todo el país y justo que sea especialmente cuidadoso con aquellos estudiantes que puedan encontrarse en situaciones de vulnerabilidad. De esta manera, se solicita al Estado un aumento de la partida económica al Sistema Universitario Español”, han precisado a través de un comunicado.
Con el objetivo de ayudar, la institución ha lanzado un grupo de becas con el apoyo de la Fundación para la Protección Social de la Organización Médica Colegial (Fpsomc), destinadas a estudiantes de Medicina con dificultades económicas para poder continuar sus estudios universitarios. Una iniciativa que, para la actual convocatoria, ha contado con una dotación económica de 20.000 euros.
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