Ya se han publicado las
notas definitivas de los exámenes de la Formación Sanitaria Especializada (FSE) y los aspirantes empiezan a hacer cuentas para saber si pueden o no acceder a la
especialidad deseada. En medio de esta disyuntiva, también juega un papel importante el
hospital donde pretenden hacer la residencia, una elección para la que tienen en cuenta múltiples factores, pero que deja en un segundo plano el
prestigio que un centro hospitalario concreto puede tener.
Los
médicos ya no eligen los mejores hospitales para hacer la residencia solo por el hecho de serlo, sino que tienen en cuenta otro tipo de cuestiones para hacer su elección de cara a la residencia. En una encuesta elaborada en la redes sociales de
Redacción Médica, los futuros especialistas han explicado cuáles son sus criterios para elegir hospital, unos valores alejadas de la propia popularidad del centro y más centrados en la
calidez humana.
De esta forma, los residentes que iniciarán su formación sanitaria especializada en los próximos meses valoran, principalmente, que el hospital "respete los
descansos y se libren las
guardias". "El ambiente laboral, que el servicio sea docente, joven y sobre todo que exista buen rollo entre los
adjuntos y los residentes", sugiere un candidato.
Respeto por los derechos laborales
A la hora de elegir uno u otro hospital, los aspirantes tampoco consideran en primer lugar la cercanía con su
familia o amigos. Coinciden en remarcar el "respeto de los
derechos laborales" y matizan "el respeto a los descansos salientes y que te traten bien" porque, según expone un médico en esta encuesta: "Si te tratan mal ya puedes ir al mejor hospital de tu especialidad que no irá bien".
Otros miran de cara al futuro y señalan que, en su caso, la elección del hospital se basará en la "oportunidad de
crecimiento laboral y la posibilidad de subsespecialización después". Además, consideran las opciones de "contratación posterior a la residencia".
Mientras unos piensan en los derechos laborales, en redes sociales otros debaten sobre aspectos variados a la hora de elegir hospital como, por ejemplo, la
comida. "No solo preguntar qué tal se come, sino que si tienes guardias, que te paguen comida, cena y desyuno", dice una residente de primer año de
Medicina de Familia aconsejando a sus futuros compañeros.
En esta conversación entre futuros especialistas, muchos han comentado el número total de platos de los que se compone el
menú de la cafetería de personal de su centro y, de paso, alguna recomendación en cuanto a los manjares de estas como "el sándwich con bacon y huevo".
Un hospital de prestigio con una experiencia "no deseada"
No es extraño que los futuros residentes consideren su
bienestar emocional a lo largo de los años que permanecerán vinculados al hospital hasta acabar la especialización. Algunos médicos se guiaron por criterios de popularidad y, en su caso, no quedaron satisfechos por lo que tuvieron que
renunciar a su plaza y volver a prepararse el examen de la FSE.
Marta Pérez Castejón contó su caso a
Redacción Médica hace unos meses. La
EIR renunció a su plaza en el Hospital Vall d'Hebrón porque su experiencia "no fue la deseada" y prefirió volverse a su Murcia natal para buscar un nuevo comienzo. Como resultado, en 2022 consiguió lo que buscaba y pudo escoger una plaza de
residente de matrona y quedarse junto a su familia.
En declaraciones a este periódico, apuntó que "una formación de calidad durante la residencia la proporciona el equipo con el que vayas a trabajar" y recordó una frase de la medallista olímpica española
Ana Peleteiro: “En la vida te puedes esforzar mucho, pero si no estás en el sitio correcto, en el momento correcto y con las personas correctas, no funciona”.
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