Los MIR de la España Vaciada explican el truco para ser más asistenciales

Tener que abandonar su casa y su familia para perseguir el sueño de convertirse en médica ha sido la realidad de Estela Bajo de Acosta. Ella, como muchos otros, conoce de primera mano lo que es formar parte de la llamada 'España Vaciada' y lo que ello implica para su futuro profesional en la Medicina. Más allá de cursar la carrera, la preparación del MIR también se ve afectada, con desplazamientos para la formación o la ausencia de ciertas especialidades en su entorno.

"Ahora estoy preparando el MIR en un pueblo más pequeño que Ciudad Rodrigo, lugar donde nací, en el que vivimos apenas 30 personas. Creo que la única desventaja que presenta esto es el tener que ir todas las semanas hasta la sede más cercana, en mi caso la de Salamanca, para asistir a las clases de preparación. Aun así, si en algún momento no puedo ir, tengo disponible en el campus de CTO todas las clases grabadas para poder verlas desde casa y no estar en desventaja respecto al resto de mis compañeros", asegura.

Estela estudió en la Universidad de Valladolid y su sueño ahora es conseguir plaza de Medicina Familiar y Comunitaria, que sí es posible hacerla en su zona, aunque insiste en que, para hacer las prácticas, tendrá que moverse a alguna ciudad, ya que no dispone de hospital para poder formarse.

Una carrera de Medicina enfocada en patologías de mayores

Al terminar el bachillerato tuvo que dejar su pueblo para estudiar Medicina. "Creo que los primeros años de carrera se hacen más duros con respecto a otros compañeros que continúan en sus casas o que han crecido en ciudades, ya que debemos adaptarnos a la universidad y a vivir en una ciudad", reconoce.

Una de las características de estudiar Medicina en Castilla y León es que, a lo largo de la carrera, los profesores se enfocan más en las patologías de personas mayores, sobre todo para aquellos que quieren ejercer allí. Eso, insiste Estela, les da "un enfoque amplio" en diversas patologías que son especialmente frecuentes en este grupo de población, aunque, en ocasiones, advierte de que puede darse la sensación "de que no hay patologías más allá de ellos".

En cuanto a las prácticas durante el curso, explica que "no han diferido mucho" de las que pueden tener otros compañeros en otras ciudades. "Puede que hayamos tenido algunos recursos un poco desactualizados, pero estas carencias, en mi opinión, se compensan ampliamente con los periodos que pasamos con pacientes reales en el hospital", asegura ya que, al no disponer de tantas personas en formación en los centros sanitarios, se les permite participar activamente en la actividad diaria del Servicio en el que estén.

"Es importante no dejar sin atención sanitaria a la España Vaciada. Si los pueblos se quedan sin médicos, se sumará otra razón más a la lista de causas de la despoblación"

Priorizar la especialidad pero con la meta de volver a casa

Ahora que está afrontando el ecuador de la preparación MIR junto a CTO, Estela tiene claro que "priorizará la especialidad" pero siempre "con miras a poder volver a casa". "Creo que es importante no dejar sin atención sanitaria a la España Vaciada. Si los pueblos se quedan sin médicos, se sumará otra razón más a la lista de causas de la despoblación", insiste.

A pesar de que en el caso de Familia no es complicado conseguir plaza en Castilla y León, Estela explica que sí existe un déficit de especialidades en la zona. "Para poder recibir atención especializada es necesario, prácticamente en todos los casos, trasladarse al hospital de Salamanca, lo cual a veces es complicado especialmente para los más mayores. Aun así, soy consciente de que no es posible tener todas las especialidades en todos los lugares, ya que no es viable mantener centros con todos los recursos necesarios en lugares en los que cada vez hay menos población", concluye.

Pueblos pequeños pero con el MIR "solucionado" vía online

Daniel González no pertenece a la 'España Vaciada', pero también es de un pueblo pequeño, Barbate, en Cádiz. En este caso él también tuvo que desplazarse hasta la ciudad para estudiar Medicina y poder alcanzar la especialidad de Psiquiatría. "Barbate está a unos 50 kilómetros de Cádiz y desplazarme a diario hasta allí suponía mucho tiempo y era costoso. Pero gracias a ello al final vas ganando autonomía y tambien responsabilidades. Estudiar en una ciudad nueva conlleva separarte de tus amigos, pero te da la oportunidad de conocer a muchas personas", explica.

En la Universidad de Cádiz, desarrollan las prácticas en el Hospital Puerta del Mar, en el Hospital de Puerto Real y en el Hospital de Jerez. "La verdad que es una buena forma de que conozcamos diferentes hospitales y diferentes formas de trabajar. A lo largo de las prácticas tenemos la posibilidad de tratar con muchos médicos y residentes que nos aportan mucho y muchos acaban convirtiéndose en amigos", insiste en relación a la carrera de Medicina.

Sobre la posible 'desventaja' que puede suponer el estudiar el MIR en un pueblo pequeño, Daniel reconoce que no es tanta, en gran parte gracias a su preparación del examen con CTO a distancia. "Al final todos estamos un poco acostumbrados al método online por culpa de la pandemia. Es cierto que se pierde el feedback que se puede tener con profesores en la presencialidad, pero a través del chat siempre resuelven nuestras dudas. Se pierde un poco el contacto que tienen los compañeros que están con el curso en la modalidad presencial, pero al final todos estamos en contacto por WhatsApp o Twitter y tenemos ese apoyo", reconoce.