Los
MIR de la especialidad de
Medicina de Familia son los más afectados por
trastornos mentales y las
adicciones. Así lo apuntan los datos del Programa de Atención Integral al Médico Enfermo (Paime) que ha compartido la Organización Médica Colegial (OMC) este viernes en la jornada
'La salud del MIR'.
Se han registrado un total de 164 casos de MIR que han recibido atención del Paime para atender su situación. De los mismos 44 corresponden a MIR de Medicina de Familia, siendo de largo la especialidad con más casos. Le siguen
Psiquiatría (8),
Cirugía (7),
Medicina Interna (7) y
Pediatría (5). No obstante, estas cifras podrían ser mayores pues existen provincias donde no se registran a los MIR que son atendidos por patología mental o adictiva. Del total de MIR atendidos, el 61 por ciento fueron mujeres y el 39 por ciento hombres.
La mayor parte de los MIR que solicitaron ayuda al Paime lo hicieron motivados por un
trastorno mental (74,4 por ciento). El 10,9 por ciento lo hicieron por
patología dual, el 9,3 por ciento por
alcoholismo y el 5,3 por ciento por otras adicciones. Tras ser atendidos por el Paime, el 87 por ciento de los MIR se reincorporó a su plaza laboral.
No obstante, llama la atención la
pérdida de motivación y satisfacción que se percibe en los MIR a medida que avanza la residencia. Así lo ha expuesto
María Rosa Arroyo, vicesecretaria del Consejo General de Colegios Oficiales de Médicos (Cgcom): "A pesar de que el MIR arrastra una situación de gran competitividad desde el Grado, hay una prevalencia elevada de pérdida de motivación cuando empiezan su
primer año de residencia. De hecho, su malestar psicológico se multiplica por tres en comparación a la población de entre 24 y 30 años al finalizar el primer año de residencia". Arroyo concluye que los colegios de médicos no recogen sistemáticamente los datos Paime, "y hay que hacerlo".
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Foto de familia de Presidencia y Vocalías de la Organización Médica Colegial.
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El presidente de la OMC,
Serafín Romero, ha subrayado en la jornada que "en 2020 el consejo general cumple 100 años y el lema que nos viene marcando estos cien años es “comprometidos con la sociedad”. Que nuestros MIR tengan una salud adecuada es comprometerse con la sociedad". Bajo su punto de vista, "hay muchas cosas en las que tenemos que estar trabajando. Una es influenciar el espacio de
Grado en nuestros estudiantes. Tendríamos que estar más implicados en el Grado porque
muchas de las patologías que tiene el MIR vienen de ahí. También hay que enfocarse en las políticas de
Recursos Humanos, que inciden bastante en la salud del MIR".
La directora de la Fundación para la ProtecciónSocial de la Organización Médica Colegial,
Nina Mielgo, ha señalado en la misma línea que Romero que la obligación de los colegios médicos es "
asegurar la atención clínica de los profesionales. Nuestro compromiso consiste en dar una atención integral, también social.
Cuando el MIR tiene cualquier dificultad la fundación está para protegerle a él y a su entorno social".
El paradigma catalán
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A medida que avanza la residencia, el MIR duerme menos y su sedentarismo y consumo de alcohol aumentan
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Cataluña es la comunidad autónoma que más tiempo lleva registrando datos del Paime.
María Dolores Braquehais, coordinadora asistencial de la Clínica Galatea, ha presentado los principales datos que se desprenden del estudio longitudinal sobre la salud de los MIR en Cataluña sobre un seguimiento de 2013 a 2017, el mayor estudio longitudinal sobre el tema elaborado hasta la fecha.
Entre las conclusiones, Braquehais destaca que hay un "incremento en la prevalencia de riesgo de mala salud mental a lo largo del período de la residencia y hay un
incremento de consumo de alcohol en los últimos años. Además, los MIR de media duermen menos de 6 horas al día y las horas van disminuyendo a medida que avanza la residencia. La satisfacción desciende y el sedentarismo aumenta según pasan los años".
En cuanto al perfil clínico del MIR enfermo, el 39,1 por ciento de los atendidos padecen trastornos adaptativos, el 23 por ciento trastornos afectivos y el 18,8 por ciento de
ansiedad. Esto reduce los casos de adicciones a un 5,7 por ciento, los de
trastorno de personalidad a un 3,9 por ciento y la psicosis a un 2,1 por ciento. Antes estos resultados, Braquehais incide en que "no hay que psiquiatrizar el malestar, hay que ofrecer ayuda y contextualizar".
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