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Los médicos quieren prohibir la docencia MIR en Servicios con sobrecarga

Tomás Toranzo, presidente de CESM, lo considera una medida de presión para que la Administración aumente las plantillas

Tomás Toranzo, presidente de CESM

11 nov 2019. 18.50H
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El presidente de la Confederación Estatal de Sindicatos Médicos (CESM),Tomás Toranzo, pone sobre la mesa la posibilidad de prohibir  la docencia MIR en aquéllos Servicios en los que la sobrecarga en un mal crónico.

"Esta medida, además de velar por los derechos de residentes y tutores, también sería una medida de presión para que las Administraciones amplíen las plantillas de los centros de salud y hospitales españoles", añade el presidente de CESM.

En función de los programas docentes, explica Toranzo a Redacción Médica, "hay residentes que tienen que hacer rotaciones por algunos servicios que tienen sobrecarga asistencial", por lo que hay MIR que se quedan "totalmente faltos de supervisión".

En su opinión, "hay que revisar las acreditaciones y ver la situación de cada servicio y ver si reúne los requisitos  mínimos y mantenidos". 

Miedo a represalias


Un equipo dedicado a la docencia tiene que tener tiempo para dedicarse a ella, destaca Toranzo, quien señala a los servicios de urgencias como uno de los más afectados por "la sobrecarga existencial que hay y la falta de plantillas para dar asistencia, por lo que se utiliza a los residentes para cubrir esas deficiencias".

El caso paradigmático, recuerda, fue la huelga de los residentes en el Hospital 12 de Octubre, "pero eso pasa en muchos servicios y, muchas veces, los residences no denuncian por miedo a represalias".

Un mecanismo de control para garantizar la formación de los MIR son las auditorías docentes que, como ya denunció Redacción Médica, no están funcionando como deberían. "Tendría que haber un sistema para garantizarlas de manera periódica y aleatoria. Se deben hacer auditorías sorpresa para comprobar que hay tiempo destinado a la docencia y que se comparen los objetivos que se han proyectado", argumenta Toranzo. 

También, sería conveniente "que los propios docentes o los adjuntos pudieran comunicar a la Comisión Nacional de Especialidades o a las Comunidades Autónomas que en este servicio no se está cumpliendo la función docentes", añade el presidente de CESM.

Un problema de fondo


El problema de fondo, señalan desde el sindicato médico, es que las "plantillas son totalmente insuficientes": "Por muy buena voluntad que tenga el adjunto y por mucho que le guste la docencia, a veces es totalmente imposible", denuncia Toranzo, que afirma que "es una sobrecarga para los propios servicios que,  si quieren hacer una actividad docente, es pedirles un esfuerzo que ya están haciendo para la parte asistencial". 

En su opinión, hay que elevar el nivel de exigencia y "no solo aumentar las plazas docentes, sino poner una serie de mínimos para que la docencia sea de calidad, tanto para residentes como para adjuntos".

Estos, afirma, no tienen nada valorada esta función: "Es de las primeras carencias del sistema, tanto para los tutores principales como para los colaboradores, no está ni reconocido, ni retribuido, ni compensado", denuncia Toranzo, quien sentencia: "El residente no se puede usar como mano de obra barata sino garantizarle todos los derechos".



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