Miles de aspirantes afrontan este 25 de enero un día decisivo y que nunca olvidarán. Bien lo saben tanto Domingo Sánchez, representante nacional de la Sección de Médicos Jóvenes y en Promoción de Empleo de la Organización Médica Colegial (OMC), como Víctor Pedrera, secretario general de CESM. Ambos recuerdan aquella cita con el
MIR como una
mezcla de emoción y gratitud. Para el primero fue una época decisiva en su vida, marcada por el esfuerzo, el sacrificio y el autodescubrimiento. “
La recuerdo con especial emocionalidad, porque me fui fuera de Murcia y preparé el
MIR en Asturias. Ahí realmente me centré”, comenta al rememorar aquellos intensos meses. Mientras que Pedrera reconoce que
“el esfuerzo que había que destinar para obtener plaza era mucho más alto”.
Sánchez, que hasta entonces había estado profundamente involucrado en temas de representación estudiantil, entendió que debía hacer un
cambio radical en su enfoque si quería alcanzar su máximo potencial. “Decidí apartarme de todo ello para centrarme e intentar obtener mi mejor versión que me permitiera coger una plaza”, explica. Así, durante ocho meses se entregó por completo a una
rutina de estudio y preparación que definiría su futuro.
"Decidí apartarme de todo para centrarme e intentar conseguir mi mejor versión, la que me permitiera coger una plaza"
|
El curso de formación en Asturias marcó profundamente su experiencia. “
La preparación fue muy intensiva, como es habitual en el curso de
las academias. Pero también conocí a unos amigos increíbles”, señala. No todo fue estudiar; el apoyo mutuo y la conexión con sus compañeros jugaron un papel crucial en su motivación diaria. Además, Domingo supo equilibrar el esfuerzo mental con el físico. “
A la par que el MIR, me preparé para una media maratón”, recuerda, demostrando cómo el deporte lo ayudó a gestionar el estrés de una etapa tan determinante.
El esfuerzo dio sus frutos: logró una puntuación que
lo situó alrededor del puesto 2.000, lo que le permitió elegir una
plaza en Oncología, una especialidad que, en sus propias palabras, llegó a su vida casi por casualidad. “
No tuve un caso cercano que me marcara, como ocurre con muchos compañeros, pero veía en la
Oncología una especialidad de futuro. Combinaba la Medicina asistencial, la investigación y una parte de gestión que para mí era clave”, explica.
"Oncología llegó casi por casualidad, no tuve un caso cercano que me marcara, como sí les ocurrió a muchos compañeros"
|
Su elección no solo definió su carrera profesional, sino que también potenció otras inquietudes que llevaba desarrollando desde su etapa estudiantil. Como exvicepresidente y tesorero del Consejo de Estudiantes, Domingo Sánchez ya mostraba un
interés particular por la gestión y la representación más allá de la práctica clínica. Al obtener una plaza en el Hospital Universitario Virgen de la Arrixaca en
Murcia, encontró el lugar perfecto para desarrollar tanto sus habilidades médicas como su vocación por la representación y la política sanitaria. “Este hospital me potenció a niveles increíbles, tanto académicos como de investigación, y también en mi responsabilidad en representación”, concluye. Desde entonces,
ha sabido compaginar ambas vocaciones: la Medicina, con su compromiso asistencial y científico, y su pasión por la gestión y la política, que sigue marcando su camino.
Víctor Pedrera: "Fue la etapa más feliz de mi vida como médico"
Recuerda
Víctor Pedrera que el escenario para los candidatos a MIR era bastante escabroso allá por 1991, el mismo año en que realizó el examen, dado que apenas había
3.000 plazas para alrededor de 30.000 opositores. El hoy secretario general de la Confederación Española de Sindicatos Médicos (CESM) recuerda aquella etapa como
“muy ilusionante”, pues la afrontaba como un “debut en la profesión”, pero incide en que “había mucha más competencia” y por tanto “el esfuerzo que había que destinar para obtener plaza era mucho más alto”.
"Había mucha competencia y el esfuerzo que había que destinar para obtener plaza era más alto"
|
Fue, en cualquier caso, una experiencia única: “Posiblemente
la más feliz de mi vida como médico”, asevera el mandatario alicantino, quien se especializó en Medicina de Familia.
Eso sí, los días previos al examen no faltaron el café… y alguna tila. “Los recuerdo con muchos nervios,
estudiando casi a la desesperada y al final casi sin obtener muchos rendimientos”. “Tenía muchas ganas de que llegara el examen y acabara”, resume. Al final, mereció la pena. “Conseguí plaza, me quedé en casa, en Alicante, y me fue bien. No lo cambiaría por nada”.
Aunque pueda contener afirmaciones, datos o apuntes procedentes de instituciones o profesionales sanitarios, la información contenida en Redacción Médica está editada y elaborada por periodistas. Recomendamos al lector que cualquier duda relacionada con la salud sea consultada con un profesional del ámbito sanitario.