Los MIR no están solos. La incorporación a los servicios de los hospitales ocasiona una gran incertidumbre en los nuevos residentes, quienes intentar encontrar un pilar sólido en el que puedan sostenerse durante los momentos más difíciles dentro de la formación sanitaria especializada. Específicamente, cuentan con tres grandes instancias a las que pueden acudir para encontrar soluciones a todas sus problemáticas.
La opción más cercana son el tutor y el facultativo. Además de ser los responsables del residente, son un referente profesional y académico durante el proceso de formación de los MIR. Durante los primeros años mantendrán una relación muy cercana, lo que será de ayuda para transmitir cualquier duda, inquietud o preocupaciones que surjan durante el periodo de formación. Sin embargo, hay que tomar en consideración que los tutores y facultativos también cuentan con su carga asistencial, por lo que las consultas deben tener la pertinencia correspondiente.
En un peldaño más elevado están los servicios de prevención de riesgos laborales. Cada uno de los hospitales cuenta con esta unidad que está encargada de velar por la salud en el ámbito laboral. Sin embargo, no solo abarca los aspectos técnicos de la profesión, como los riesgos biológicos, químicos o físicos, sino que también dispone de asesoría en otros puntos clave para el residente, como los psicosociales. En este sentido, serán la instancia para abordar dudas relacionadas con turnos laborales, cargas de trabajo, estrés, discapacidades u otros aspectos que afecten el aprendizaje de los residentes o el servicio ofrecido al paciente.
Finalmente, los futuros especialistas cuentan con el Programa de Atención Integral al Médico Enfermo (Paime), una iniciativa que ofrece asistencia especializada a todos los profesionales sanitarios, incluidos los residentes, que tengan problemas psíquicos y de conductas adictivas. El tratamiento, que es confidencial, busca que el profesional esté en el mejor estado posible para garantizar la salud del pacientes, en línea con lo establecido en los contenidos del Código de Deontología de la Organización Médica Colegial.
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