Prestigiar la especialidad de Medicina Familiar y Comunitaria desde las universidades y
rebajar la nota de corte en el MIR son las dos demandas más repetidas entre los gerentes y jefes de estudio de las unidades docentes multiprofesionales de Atención Familiar y Comunitaria que han registrado un
mayor número de vacantes en la adjudicación de plazas de 2022.
"
Se debe prestigiar la Atención Primaria, como era antes, y la especialidad de Familia, que es desconocida", asegura a
Redacción Médica Joan Deniel, jefe de estudios de la UDM de AFYC del Institut Català de la Salut (ICS) en la Cataluña Central, área que
ha registrado 30 de las 71 vacantes de Medicina Familiar y Comunitaria en Cataluña.
Deniel considera que
los estudiantes de Medicina "conocen poco la especialidad porque en la universidad se habla poco de ella. En las universidades más nuevas hay asignaturas de Medicina Familiar y Comunitaria, pero en las más antiguas no. Se da un estudio más centrado en el hospital que en la Atención Primaria, lo que provoca que
cuando acaban no conocen la especialidad y no la cogen". El jefe de estudios de la Cataluña Central afirma que "la sociedad tiene muy valorado el médico de Familia, que es la puerta de entrada al sistema sanitario.
Se debería prestigiar más en el ámbito académico y rural".
Desde el Consorci Sanitari de Terrassa, con
cinco plazas sin adjudicar en Medicina Familiar y Comunitaria, también resaltan la idea de destacar la importancia de la especialidad, "que a veces
se considera que no es una especialidad médica como el resto", en palabras de
Miquel Aranda Sánchez, jefe de Estudios de Especialidades Hospitalarias del Consorci Sanitari de Terrassa. "Los docentes de Medicina Familiar y Comunitaria deberían tener
más presencia en el cuadro docente de las universidades", añade.
Por su parte,
Araceli Griñó, jefa de estudios de la Unidad Docente Multiprofesional de Atención Familiar y Comunitaria del Consorci Sanitari de Terrassa, alega que la Administración "se tiene que poner las pilas" y
seguir las directrices marcadas por las sociedades científicas para solucionar este problema. Griñó apunta que la valoración tras la noticia de no adjudicar todas las plazas de la especialidad "es muy negativa, ha sido una sorpresa total y absoluta". Aranda indica que "es un hecho muy preocupante y merece un análisis en profundidad, porque las plazas de Medicina Familiar y Comunitaria
en los últimos años se escogen en el último momento. Era la crónica de una muerte anunciada".
¿Cuánto se debería rebajar la nota de corte?
Otra de las reclamaciones es
rebajar la nota de corte, como
piden también equipos docentes y estudiantes de Medicina.
Jesús de la Paz, gerente del Hospital San Juan de la Cruz de Jaén, donde han quedado dos plazas de Medicina Familiar y Comunitaria sin adjudicar, las únicas en Andalucía, señala que "
el error es del Ministerio de Sanidad por poner los límites, lo que hizo que se quedaran sin pasar la nota de corte 1.500 personas". De la Paz explica que en 2019 el hospital que dirige ofertaba cinco plazas y este año ha ofertado diez, de las cuales se han cubierto ocho, además de dos plazas más de otras especialidades, por lo que se
cubren más puestos que hace tres años.
"Se han quedado muchas plazas sin cubrir porque
la nota de corte no nos la podemos permitir. Se debería rebajar de un 35 a un 30". La nota de corte del examen MIR se marca con el cálculo de una media aritmética con los diez mejores ejercicios, de la que se extrae el 35 por ciento, una nota que en esta convocatoria se estableció en 177 puntos. Aunque reconoce que en las zonas rurales es más difícil cubrir las plazas, sostiene que si se hubiera dado la oportunidad a elegir a las 1.500 personas que no pasaron la nota de corte
"seguramente se hubieran cubierto todas las plazas". Desde la
UDM AFYC Valladolid Este, del Área de Medina del Campo, donde se han registrado cinco vacantes, también
inciden en la nota de corte.
¿Es la solución ampliar el cupo de extracomunitarios?
Sobre la decisión tomada por parte del Ministerio de Sanidad de
ampliar el cupo de extracomunitarios para que se
agoten todas las plazas ofertadas en el MIR 2022, Griñó asegura que "la mayoría de jefes de estudios tenemos un
sentimiento ambivalente. Vemos bien que se den a escoger las plazas, sobre todo el futuro de la especialidad, pero por otra parte será un lío para las unidades docentes y los propios aspirantes. Seguramente se incorporen fuera de plazo y puede que hasta pasado el verano;
es un auténtico despropósito".
Por su parte, Aranda asegura que esta decisión "
no soluciona nada porque el planteamiento es que ahora se adjudicarán las plazas vacantes, pero si no se toman medidas de mayor calado esta situación
se repetirá en la próxima convocatoria". Deniel recibe la noticia con mayor optimismo y realza la formación en el ámbito rural por la mayor cercanía con los residentes. Por último, De la Paz considera que la
mejor solución hubiera sido rebajar la nota de corte.
Respecto al
programa de incentivos para atraer nuevos residentes de Medicina Familiar y Comunitaria impulsado por el Departament de Salut, Aranda y Griñó coinciden en que "no influye en la decisión, porque
lo que de verdad influye son las condiciones de trabajo y el desarrollo profesional". Por su parte, Deniel reclama que su unidad docente multiprofesional
se pueda beneficiar del máximo incentivo, 9.000 euros en lugar de 7.000 euros, y reconoce que puede que esta medida no haya cuajado por falta de difusión, ya que ha recibido llamadas de residentes que no se acababan de creer que fuera verdad.
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