Apenas unas horas separan a los candidatos MIR del
examen. Las sesiones de estudio llegan a su fin y tan solo queda guardar el bolígrafo negro o azul que raspará el papel de la prueba en búsqueda de la respuesta correcta y por ende de una de las miles de plazas ofertadas -
Redacción Médica ofrece
un buscador con el total de vacantes fijadas este año-. Una cuenta atrás que acelera de manera inevitable el pulso de
los 15.000 aspirantes. Mantener la calma es importante, pese a que es casi imposible evitar sentir nervios. "No existe una técnica infalible para eliminarlos: no se puede estar libre de ellos antes del ejercicio", ha lamentado la coordinadora del departamento de apoyo al estudiante del
CTO, Lina de Teresa. Eso sí, a estas alturas hay una manera que puede garantizar un cierto grado de tranquilidad:
cerrar los libros. Las actividades lúdicas se imponen a los apuntes a escasos momentos de abril la hoja de preguntas.
Las academias de preparación de las pruebas de Formación Sanitaria Especializada (FSE) señalan que el estudiante debe relajarse todo lo que pueda antes de enfrentarse al cuestionario. Para ello,
hay que alejarse del escritorio. "Hay que intentar evadirse y la mejor forma es salir del entorno de estudio", ha destacado el fundador y director ejecutivo de
AMIR, Jaime Campos, a
Redacción Médica.
Por ello, buena parte de las técnicas de relajación antes del MIR van unidas a cualquier tipo de ocupación completamente desligada del temario médico -consejo que también se puede aplicar al resto de disciplinas de FSE-. Se
aconseja el ejercicio ligero, ya sea pasear al aire libre o ir a nadar a la piscina. También escuchar música, especialmente aquella que resulte motivante para el candidato. Ir al cine con algún amigo. Tomar una ducha con un gel cuyo aroma contribuya a la relajación. Incluso, si es necesario,
emplear tácticas de Mindfulness puede resultar favorecedor. Pero, más vale no innovar. "No traten de encontrar una técnica mágica, porque eso solo llevará a frustraciones", ha aseverado De Teresa a este diario.
"No traten de encontrar una técnica mágica, porque eso solo llevará a frustraciones", ha afirmado De Teresa
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La clave está en evadirse. Motivo por el que queda terminantemente prohibido dedicar el tiempo previo al examen a estudiar. La preparación está realizada y los conocimientos asimilados. Focalizar la atención en los libros el viernes por la tarde o el sábado por la mañana
puede resultar contraproducente. "Hay un concepto en psicología llamado 'saturación cognitiva', que ocurre cuando intentamos absorber demasiada información, lo que dificulta el acceso a conocimientos ya adquiridos", ha alertado la coordinadora del departamento del estudiante de CTO.
24 horas de distracción
Desde AMIR
fijan las 15:00 del viernes 24 de enero como hora límite para estar frente a los apuntes. Cuando el reloj marque esta hora, los aspirantes deben levantarse de la silla y focalizar su atención en otro menester. La postura es similar en CTO, que tan solo recomiendan, como excepción, repasar algún concepto puntual.
Pese a que puede resultar complicado, las academias remarcan que darse un respiro antes del ejercicio es fundamental para acudir con mayor tranquilidad y por ende realizar la prueba con la mente más clara. Una situación que puede acercar al aspirante a la plaza deseada, dentro de las 9.007 que
se ofertan en la convocatoria de 2025. "Es prioritario que el candidato dedique el tiempo a relajarse, a su bienestar y a prepararse mentalmente para el reto que enfrentarán", ha agregado De Teresa.
"Es prioritario que el candidato dedique este tiempo a relajarse y prepararse mentalmente para la prueba", ha resaltado De Teresa
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La tarde del viernes tiene que estar dedicada a planes deportivo o culturales. Y, pese a que pueda parecer extraño, dormir no es la mejor alternativa. El director ejecutivo de AMIR ha afirmado que
irse demasiado temprano a la cama no es aconsejable. "Si se acuestas muy pronto, se despertarán también antes y al examen hay que ir descansado", ha sostenido. Más vale agotar energía en el gimnasio o una exposición, tumbarse a la hora habitual y descansar bien, que adelantar el tiempo de sueño sin actividad previa y no poder dormir por los nervios.
El día del examen
Asimismo,
el 25 de enero no hace falta despertarse excesivamente pronto. Hay que descansar las horas necesarias y conservar la norma de no abrir ningún manual antes de encarar el ejercicio. Eso sí, la atención del aspirante no irá a parar a ocupaciones lúdicos, sino a otra más apremiante en ese momento: llegar al lugar en el que se realiza el examen.
Las academias insisten en el que alumno
vaya con tiempo a la sede en la que se examinará. "Se tiene que tomar las horas suficientes para evitar estresarse con el tráfico o las incidencias que puedan ocurrir en el transporte público", ha remarcado Campos. Llegar con margen suficiente es garantía de abordar la prueba con tranquilidad.
"Hay que contar con las horas suficientes para evitar estresarse con el tráfico o el transporte público antes del examen", ha señalado Campos
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El examen MIR
comenzará a las 16:00 -15:00 en Canarias-, pero comenzarán a llamar a los candidatos para verificar su información y acceder a las aulas una hora antes. Por ello, personarse en
los centros asignados con la suficiente antelación es imprescindible. Controlar la inquietud antes del examen es sinónimo de éxito. Y es que
el estrés y la ansiedad son pésimas compañías para acudir a una prueba de la importancia y complejidad del MIR.
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