La
residencia es un camino de aprendizaje para los médicos de cara a su especialidad. Por eso, hay
fallos que son inevitables en los primeros pasos como MIR. Según un estudio de
Medscape,
los errores que más se repiten tienen que ver con la colaboración con otros compañeros y por no conocer todavía el funcionamiento del centro, por lo que es necesario cuidar ocho aspectos esenciales.
Según el artículo de Rosalyn E. Plotzker,
los residentes deben concienciarse para no mentir nunca al paciente. Si las pruebas del laboratorio no son concluyentes, lo mejor es decírselo directamente, porque
la confianza es fácil de perder y difícil de recuperar.
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Los residentes deben concienciarse para no mentir nunca al paciente, la confianza es fácil de perder y difícil de recuperar.
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También es importante que
el MIR no repita los malos hábitos que tengan sus superiores. Aunque es importante estar abierto a aprender, también lo es
distinguir qué comportamientos son o no adecuados. Tener una actitud abusiva, mezquina, coercitiva o humillante ante cualquier persona, siempre es inapropiado.
El tercer error que cometen los recién llegados es un
exceso de arrogancia, es mejor ser humilde para convertirse en un mejor clínico.
Otro de los consejos destacados en este artículo es
tener especial atención al autocuidado, asegurándose de dormir lo suficiente, comer bien y hacer algún tipo de ejercicio. Hay que considerarlo como una prioridad, tanto como el trabajo que realiza en el hospital.
Para ello, también es indispensable hacer un
esfuerzo para no utilizar el teléfono móvil delante de los pacientes ni enviar mensajes con información relativa a ellos.
Errores de colaboración
Uno de los grandes errores que comentes los médicos es
"enfadarse" con los profesionales de Enfermería. Es necesario considerar a todo el personal sanitario, también a las enfermeras, como a
liadas para el cuidado de un paciente. Más aún cuando son estos profesionales los que
se responsabilizan de los pedidos de medicamentos incompletos, descargan a los médicos de papeleos y confían en el trabajo de los residentes, por lo que hay que
trabajar en una mejor comunicación.
Uno de los errores más comunes entre los residentes es llamar a otra consulta sin una pregunta específica. Si un paciente tiene una condición que está fuera del alcance de conocimiento del médico, este debe preguntar a alguien con más experiencia para
garantizar un correcto tratamiento para el paciente. El residente haría bien en elaborar un plan inicial sobre la situación del paciente e identificar la brecha de conocimiento por la que necesita al experto.
Por último, los médicos residentes deben llamar a los radiólogos sobre impresiones que parecen confusas, algo que no ocurre siempre.
Si existe una duda, siempre es mejor contactar, ya que los profesionales pueden hacer un mejor diagnóstico si tienen más información clínica.
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