El futuro sanitario se cocina en las facultades españolas. La oferta de grados de Ciencias de la Salud ha venido creciendo durante los últimos años para ofrecer una formación en detalles de los nuevos avances en el cuidado de personas y animales. En la convocatoria actual, por ejemplo, se ha incorporado una nueva carrera: Bioinformática, una rama de la Biología que permite secuenciar los genomas del paciente y ofrecer un tratamiento a la medida.
Este nuevo grado, impartido por la Universidad Pompeu Fabra, Universidad Politécnica de Cataluña-BarcelonaTech y la Universidad de Barcelona, cuenta con una duración de tres años. Durante este tiempo, se ahondará en las competencias vinculadas con la informática y las tecnologías de la información para procesar datos procedentes del campo de la biología. Sin embargo, esta no es la única carrera que se suma al tradicional grado de Medicina, Enfermería, Farmacia y Psicología en la última década.
Los grados de Biología Humana, por ejemplo, también se ha comenzado a impartir en el año 2010, lo que ha permitido contar con profesionales con competencias específicas y genéricas para desarrollar actividades en la industria farmacéutica, biotecnológica y en los laboratorios de análisis clínicos o ambientales. Asimismo, el grado de Biología Sanitaria, presente desde la misma convocatoria, permite conocer el funcionamiento del cuerpo humano y su estudio y control en condiciones de salud y de enfermedad, en especial en temas relacionados con el cáncer, células madre, reproducción asistida, genoma humano, genómica y proteómica.
A estas su suman otros como el grado de Biomedicina Básica y Experimental que, desde 2011, se dedica a la formación de “investigadores capaces de aplicar los avances en biología celular y molecular al campo médico, así como de integrar los conocimientos básicos de los mecanismos moleculares y sus funciones biológicas con su aplicación a la salud y las enfermedades humanas”.
Con la ciencia evolucionando a gran velocidad, la educación sanitaria está en constante cambios y modernización, lo que permitirá que el sistema de formación español siga en los primeros lugares y como un gran referente internacional.
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